Los labios besando los contrarios y las manos que sin descaro alguno tocaban cada parte del cuerpo más delgado hacían a Tōru estremecerse y no por qué le encantará aquel roce, por qué no hacía más que darle asco pero... Ese día había olvidado los supresores así que técnicamente su cuerpo reaccionaba exitado por la experiencia.
– Tōru-chan, date la vuelta – ordenó el señor y Oikawa se recostó contra una de las mesas de ese salón, alzando solo su trasero que ya no era cubierto por ninguna prenda – ¿Te gusta?– pregunto el señor quien se tomó su tiempo en acariciar los glúteos del castaño – ¿Quieres que lo meta?– aquella pregunta iba sin descaro y Oikawa se mordía el labio para obligarse a callar y no dejar que su cuerpo lo obligarán a hacer cosas por impulso.
– Iwa-chan – murmuró apenas mientras su voz se denotaba agitada.
Fuera de ese salón iban Makki, Matsukawa, una alfa e Iwaizumi, los cuatro se dirigían a la oficina del director por qué Matsukawa había tenido una disputa y casi pelea con la alfa y todo por qué la mujer aseguraba salir con Makki, aunque fuera pura mentira.
Hanamakki iba con ellos solo por qué había intentado evitar la pelea pero al fin y al cabo también iba a ser regañado, mientras Hajime iba con ellos solo para asegurarse que no se volviera a armar una pelea más.En el camino hacia la oficina Iwaizumi volvió a sentir aquel aroma tan dulce y cálido de Oikawa, sonrió de lado al recordarlo aunque su sonrisa no durará mucho al recordar lo decaído que estaba ese día.
Negó con la cabeza y siguió con su camino pero el aroma cada vez se hacía más fuerte a medida que caminaban hacia la oficina.E Iwaizumi parecía no ser el único que sentía aquel aroma pues Matsukawa sonreía bobamente y la mujer alfa parecía ansiosa mientras jugaba con los dedos de sus manos.
El moreno frunció su entrecejo y desvío su mirada a Makki que parecía tranquilo, él era ageno a lo que sucedía siquiera se percataba de aquel aroma que salía con intensidad del salón que estaban pasando.
"El salón de música" pensó el moreno. Y podría jurar que escucho la voz de Oikawa cosa que hizo su piel erizar.
Sabía que el salón de clases de Tōru no estaba muy lejos estaba a unos dos del salón de música... Pero el olor y aquella voz la había escuchado del salón de música, y estaba seguro de ello.Y Hajime salió de sus pensamientos cuando Matsukawa terminó acercándose a la puerta del salón de música y la abrió de golpe adentrándose a el al igual que la alfa, Makki sin entender que sucedía los siguió e Iwaizumi de igual manera.
Sus ojos se abrieron enormemente al ver la cabellera castaña y ese cuerpo desnudo de espaldas sobre una mesa.
–¿Oikawa?– pregunto entre duda el alfa y la piel de Tōru de inmediato se erizo y se contrajo en la mesa, aquella voz le encantaba y fascinaba.
– Iwa-chan – murmuró apenas una segunda vez.
Matsukawa relamio sus labios y se acercó al profesor al cual empujó hacia un lado y tomo de las caderas al Omega apegandolo a su cuerpo.
Makki asustado tomo la mano de la mujer alfa que estaba apunto de ir también y hacer a un lado a matsu y solo para tener al Omega.
Iwaizumi abrió sus ojos a mas no poder y tomo a Matsukawa de los hombros haciéndolo a un lado pero la fuerza del otro era bastante así que al ser movido se reincorporo e intento volver a tomar a Oikawa pero Iwaizumi le dio un golpe en el rostro dejándolo lo suficientemente atontado como para poder actuar.– Iwa-chan – Iwaizumi no quería caer, no en ese momento, no quería que sus instintos le traicionaran.
Cerro sus ojos fuertemente y se puso frente a Oikawa, no iba a dejar que nadie lo dañará.Makki en pánico terminó soltando a la mujer creyendo que Iwaizumi sería capaz de controlarla.
El de cabellos rosa corrió hacia el salón de Tōru y busco en su lugar su mochila de la cual saco los supresores que normalmente usaba a diario antes de las prácticas.
– Iwa-chan – el castaño se sentó en la mesa y con la voz agitada y las mejillas rojas se acerco al cuerpo del moreno dándole un par de besos en el cuello – Te quiero dentro – murmuró y lamió el cuello del alfa.
La mujer quien observaba la escena se acercó e intento tocar a Oikawa pero Hajime terminó por abrir los ojos y la tomo de las muñecas.
– ¡Cálmate! – ordenó pero la mujer se negaba mientras ordenaba que la soltaran.
Tōru mordió el lóbulo de la oreja de hajime en un intento de insitarlo.– Iwa-chan, por favor – el moreno trataba de hacer caso omiso a cada palabra de Oikawa y sus manos apretaban más las muñecas de la chica alfa y no por qué fuera necesario si no que buscaba calmar sus instintos con ello – Te lo ruego – Hajime seguía negándose, mordió su labio inferior conteniendo y reprimiendo cada deseo de tomar al Omega.
Oikawa al no tener la atención requerida empezó a tocar su miembro el solo – Iwa-chan, en verdad lo necesito –El profesor se acercó de nuevo con la intención de tomar a Oikawa pero por la puerta aparecio Makki agitado con las pastillas, una botella de agua y una inyección.
Al ver al hombre acercarse a Oikawa lo primero que hizo fue tomar la escoba que había en el salón y lo golpeó con eso en la espalda haciéndolo caer.
Luego se acercó a Oikawa y le metió a fuerzas las pastillas y le entrego la botella de agua.– Bebelo – le ordenó y el chico al final lo hizo solo por qué la botella estaba fría creyendo que con ello se sentiría algún efecto más placentero.
Luego el beta tomo el brazo de Tōru y con cuidado midió donde debía colocar la inyección.
Inserto la aguja en la piel pálida y todo el líquido que tenía fue metido en el castaño.Cuando al fin logró eso el beta saco la inyección y la dejo a un lado.
Se quitó su saco y se lo coloco encima a Oikawa buscándo cubrir con ello su piel.Iwaizumi al sentir menos el aroma del Omega se armó más de fuerza y arrastró a la mujer fuera del salón, luego regreso por Matsukawa quién seguía algo atontado y lo dejó fuera cerrando la puerta.
– Cuida de el – le pidió hajime a Makki el cual asintió y acarició los cabellos de Tōru, Hajime tomo a maestro con enfado y lo arrastró fuera del salón cerrando de nuevo la puerta tras su espalda.
Cuando tuvo frente a él a la mujer alfa ya más calmada está solo desvío la mirada y empezó a alejarse del lugar, mientras Matsukawa se llevaba una mano a la cabeza.
– ¿Que me hiciste?– pregunto adolorido y sin abrir sus ojos.
Iwaizumi siquiera les prestaba atención a ellos pues miraba al señor de 31 años en el suelo, y todo el enojo que había reprimido terminó por salir.
Le dio una patada en el estómago a aquel señor mientras le reclamaba el haber tocado a Oikawa, también le dijo que iba a acusarlo con el director y que iría a la cárcel por todo lo que había hecho.Su enojo era tanto que hasta que Matsukawa pudo separarlos detuvo sus golpes.
– Iwaizumi calma...–
– ¡No voy a calmarme, ese imbécil...! –
Pocos minutos después se hizo presente el director el cual pregunto por la situacion y se llevo tanto a Iwaizumi, Matsukawa y al maestro a la oficina.
Oikawa seguía con Makki abrazado a el sintiendo como poco a poco la calentura de su cuerpo disminuía.
– Lo siento – se disculpó bajito.
– No te disculpes – obtuvo como respuesta del beta el cual le acariciaba los cabellos – No tuviste la culpa –
Tōru mordió su labio inferior y las lágrimas se acumularon en sus ojos – Gracias por todo –
– No lo agradezcas – el Omega empezó a llorar recordando cada suceso que había pasado hace unos minutos, y su amigo se limitó a consolarlo y a seguir acariciando sus cabellos.
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¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!
FanfictionDigamos que ser un omega conlleva muchas desventajas a diferencia de un alfa o incluso un beta. Oikawa Tōru aprendió a valerse solo y a conseguir las cosas que quiere acambio de cosas que le eran pedidas. Su familia tampoco está del todo bien pero e...