53• Libertad

1.1K 128 33
                                    

¿Cuan domplicado era?

Solo debía acabar aquella relación, aquel vínculo de dolor y sufrimiento.

¿Entonces por qué le parecía difícil hacerlo?.

Cada que se acercaba a aquella casa donde pasó varios momentos junto a su pareja le ponía nervioso.

Si recordaba cuantas veces ambos habían sonreído, tonteando y se habían divertido le hacía sentir mal.

Quizás se equivocaba en cambiar.

Por otra parte recordaba bien las palabras de Bokuto en su cabeza, debía hacer un cambio y salir de aquel lugar donde aquel amor, la diversión y las risas se habían agotado.

– Akashi –

– ¿Umm?–

– Voy a estar para ayudarte –

A Keiji no le preocupaba que físicamente fuera lastimado por Konoha, lo que pasaba era que el miedo de dejar al otro le abrumaba, no quería que el alfa se sintiera solo y abandonado, pero tampoco podía quedarse con alguien que lo lástima cada que tiene la oportunidad.

Y cuando estaba frente a la puerta de la casa dudo en si girar la manecilla.

Quizás nadie comprendería el como se sentía.

Era extraño no querer dañar a aquella persona que te hizo pedazos. Quería hacerla feliz y ayudarlo a sentirse mejor, pero por otra parte estaba jugándose su propia felicidad.

Si dejaba a Konoha posiblemente tendría una vida divertida y agetreada  trabajando para Bokuto, pero si renunciaba a su trabajo y le pedía a Koutarō que lo dejara en paz su vida seguiría siendo la misma, permitiendo que aquel chico rubio lo siga ahogando en insultos y malos tratos.

El búho poso su mano en el hombro del Omega en señal de apoyo, y Keiji paso a abrir la puerta de la casa mencionando un "estoy en casa", sería la última vez que lo diría allí, se sentía extraño.

El olor de Konoha estaba por toda la casa y el de Akashi había empezado a desvanecerse, y era normal, después de todo llevaba una semana y media fuera de casa.

– ¿Akashi?– el alfa se sorprendió al ver al Omega y de inmediato se acercó a él, lo abrazo y le acarició los cabellos.

Parecía preocupado, demasiado.

Koutarō se limitó a observarlos sin meterse en la escena que acababa de armar Konoha a su beneficio.

– ¿Donde estabas?, Me tenías preocupado, te busque, incluso llame a tu celular, en serio que me tenías asustado – Keiji mordió el interior de su mejilla, quizás si estaba mal en intentar dejarlo, Konoha se había preocupado por el en esos días, y ¿Él que había hecho en ese tiempo?, Técnicamente divirtiéndose con su jefe – ¿Bokuto?– el alfa se separó de Akashi y le extendió su mano para estrecharla.

Koutarō no quería ni tocarlo, lo odiaba y aborrecía por dañar a Akashi pero al ver la expresión de Keiji terminó por aceptar el saludo.

Un silencio se hizo presente, Koutarō no quería hablar por qué seguramente su boca diría de más, y le había prometido a Akashi que no sé metería a menos que fuera necesario.

– Bien, ahora que estás aquí Akashi ¿Por qué no preparas algo de comer?, Dejemos que Bokuto pase a tomar algo – Konoha en ningún momento pidió permiso u ofreció las cosas, el siempre lo tomaba como una orden que todos deben seguir.

– Está bien – Akashi siquiera se negó y Bokuto en desacuerdo iba a objetar pero al ver que el Omega negaba supo que debía seguirle la corriente.

¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora