Levantarse por la mañana con un dolor de caderas no era lo mejor.
Y tener que ir a estudiar e ir al entrenamiento de voleibol no arreglaba mucho las cosas.Tōru ya listo para irse a clases repitió su rutina bajando las escaleras con cuidado tratando de observar que su padre no estuviera en casa y al asegurarse que no estaba en la planta baja de la casa obto por prepararse un poco de cereal, leche y empacar un poco de comida para comer a la hora de receso.
Oikawa salió de casa y trato de no correr para que el dolor en su cadera no aumentará más.
En el camino nuevamente se topó a Iwaizumi quien se acercó para ir juntos al colegio como comúnmente lo hacían ahora .
– Buenos días – saludo el moreno, Tōru con una cara de pocos amigos lo ignoro – ¿Sucede algo?–
– No es nada –
– Bueno si tú lo dices – contestó, no creyendo lo que el otro decía.
Lo primero que pudo ver Iwaizumi en el contrario ese día fue que este maldecía algo en voz baja.
Aparte de eso hacia expresiones que denotaban dolor.– Oye – llevo por un momento su vista al alfa – ¿Quieres que te cargue y vayamos a un médico?–
Si, la pregunta no era buena pero Iwaizumi creyó que era lo más correcto preguntarle a su compañero si quería ir a un médico puesto a que se veía realmente mal.
– ¿Que me pedirás acambio de llevarme?– para sorpresa de Hajime el omega no se había tomado a mal la pregunta, de hecho estaba colaborando e indirectamente decía que lo llevará.
– No voy a pedirte nada, Ahora sube tu trasero gordo a mi espalda – Tōru frunció un tanto tu entrecejo e Iwaizumi pudo ver un puchero en el mismo. No estaba seguro en sí el chico había hecho aquel puchero, no sabía si su vista lo estaba traicionando pero en ese momento deseo ver más esa expresión en Oikawa.
El castaño al final se subió a la espalda de Iwaizumi, este lo cargo y llevo al hospital más cercano.
Ya estando allí Oikawa parecía incómodo por tener al alfa al lado así que este trato de respetar su privacidad, Y lo dejo solo por un momento para que pudiera hablar con el doctor.
– ¿Que sucede?– pregunto el medico.
– Verá, está mañana mis caderas me están matando de dolor y me hace imposible el siquiera sentarme o pararme – explico Tōru con vergüenza.
– ¿Tuvo actividad sexual últimamente?–
"¿Que clase de pregunta es esa?" Se preguntó a sí mismo Tōru en su cabeza.
– Yo... Si...–
– Bueno, entonces creo saber que sucede –
– ¿Estoy muy mal?–
– No de hecho solo tienes que guardar reposo y tomar este medicamento – el médico le entrego un frasco de pastillas al menor – debes tomarlo cada 5 horas, y si esto no funciona puedes regresar y veremos si es algo más grave – Oikawa agradeció por la atención médica y salió de la sala del doctor. Entonces allí afuera de la sala del doctor estaba Iwaizumi parado esperandole.
– ¿Todo bien?–
Asintió – Solo debo tomar un medicamento–
– ¿Seguro?–
– Y debo guardar reposo – murmuró.
– Entonces te llevaré a tu casa –
"Vaya ahora sí que podré descansar bien" pensó Tōru con evidente sarcasmo.
– Claro – contestó pues no podía decirle al otro que de hecho en su casa estaría peor.
Hajime nuevamente cargo a su acompañante pero sentía que había algo raro y de hecho el aroma que Tōru tenía era aquel aroma dulce que era típico de él acompañado de una mezcla de miedo.
El moreno entonces por instinto pensó que lo mejor quizás no era llevarlo a casa.
Tōru por su parte recostó su cabeza en la espalda fornida del moreno.
El de ojos verdes tomo el camino directo a su casa y no a la del Omega este último pudo darse cuenta de ello.
– ¿Por que vamos por aquí?, En este camino no esta mi casa –
– Iremos a la mía, te quedaras en mi habitación hasta que te sientas mejor –
"Me tratas como si fuera débil" pensó Oikawa con su entrecejo fruncido.
– No irás a aprovecharte de mi ahora que soy vulnerable ¿Verdad? – frunció ahora su entrecejo.
– ¿Por quien me tomas?–
– Umg como un alfa, egocentrico posesivo que ama el voleibol y que está interesado en mi –
Hajime trato de no reír pero al final termino soltandose a reír – ¿Yo interesado en ti?, Como si eso pudiera pasar. Yo te estoy ayudando solo por que me agradas un poco y además eres el setter de nuestro equipo y debes mejorar –
– Sabía que me estabas ayudando con un propósito escondido –
– Ahora calla, y si mi madre pregunta quién eres tú contestas que un compañero de clase –
– Uh así que a Iwa-chan le gusta mentir – canturreo Oikawa.
– Cállate –
Al llegar a la casa del susodicho este tocó la puerta, de ella salió una mujer alta de cuerpo bien definido y que se veía lo suficientemente arreglada.
– Hajime cariño ¿Por que regresas tan tempr... ¿Quien es el?–
– El es un compañero de clases y no se encontraba bien así que lo lleve al médico –
– Oh ya veo, pero pasen no se queden en la puerta, ayúdalo, llevalo al sofa –
Hajime asintio y llevo a Tōru al sofá donde lo dejo recostado.
– Soy iwaizumi Namiko – la señora se presentó con una sonrisa a Tōru.
Sonrió devolviendole el gesto – Oikawa Tōru un gusto conocerle –
– El gusto es mío – la joven mujer se puso nerviosa al instante – Oh lo siento, que descuido de mi parte no ofrecerte algo ¿Deseas agua?, ¿Café?, ¿Té? –
Tōru evitó reírse mientras el otro chico se sentía apenado.
– Un vaso de agua por favor– la señora al instante salió corriendo a la cocina y sirvió un vaso de agua.
El omega por su parte trataba de entender en qué se parecía Iwaizumi a aquella señora pues eran totalmente diferentes en todos los aspectos pero había algo peculiar que los hacia parecidos y eran esos ojos verdes tan hermosos.
– Aquí tienes – Tōru se sentó con dificultad en el sofá y tomo el vaso de agua en sus manos.
– Gracias – avergonzado saco una pastilla del frasco que el médico le había dado y tomo una.
La señora Iwaizumi sonrió de lado al ver el frasco de pastillas, pues más o menos sabía para que servían.
– ¿Quieres descansar en la habitación de Hajime?– pregunto la señora.
El castaño no supo realmente que contestar pues no quería ser más una molestia para la señora o para el alfa.
– Te llevaré a mi habitación Kusokawa y tendrás que descansar – Oikawa iba a contradecir a Iwaizumi pero no lo hizo al recordar que la señora estaba con ellos.
– Está bien – murmuró.
La señora por su parte estaba casi gritando de felicidad en sus adentros pues ella quizás mal interpretó las cosas.
Al final Iwaizumi cargo nuevamente a Oikawa al segundo nivel de la casa y lo recostó en la cama de su habitación. Luego salió del cuarto y dejo que el otro descansará y durmiera un rato.
ESTÁS LEYENDO
¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!
FanfictionDigamos que ser un omega conlleva muchas desventajas a diferencia de un alfa o incluso un beta. Oikawa Tōru aprendió a valerse solo y a conseguir las cosas que quiere acambio de cosas que le eran pedidas. Su familia tampoco está del todo bien pero e...