– Oye Oikawa, ¿Que te paso?, Te ves mal –
– ¿Qué dices? – soltó una carcajada mientras negaba – Yo siempre me veo bien Iwa-chan – Hajime lo tomo del rostro con una mano y con la otra le quitó la gorra tirándola al suelo y luego le retiró los lentes.
-– ¿Quien te golpeó?–
– Nadie, solo caí tuve un accidente, me has descubierto – volvió a reír nervioso pero el moreno negó acercándose al cuello de Oikawa para olerlo.
– También apestas –
– Eso fue grosero, me acabo de duchar –
– Tienes un olor horrible, estás golpeado, te ves mal vestido, ¿Oikawa que sucedió?–
– No es nada, solo vamos a estudiar –
Hajime negó y soltó el rostro de Tōru – Iremos a casa, le diré a mamá que te lleve al médico –
– No es necesario –
– Oikawa no mientas –
– Yo no mien- – y se vio interrumpido cuando Hajime lo tomo de los brazos, allí fue donde soltó un quejido de dolor.
– ¿Te lastime?– pregunto asustado y lo soltó.
El Omega negó pues realmente no era la culpa de ese alfa – No es nada –
– Por favor déjame ayudarte –
Tōru mordió su labio inferior y asintió.
Entonces Iwaizumi se agachó en el suelo – ¿Qué haces?–
– Sube, no quiero que camines –
– Iwa-chan, no seas un idiota –
– Súbete – Tōru soltó un suspiro y asintio subiéndose a la espalda del otro.
Ambos estuvieron en silencio durante el transcurso a la casa de Hajime.
Oikawa no quería hablar por qué temia decir algo y que al final terminara diciendo la verdad por idiota. E Iwaizumi no preguntaba nada para no incomodar al castaño pero el mismo se aseguraría de averiguar qué pasaba.
A los minutos llegaron a la casa, el alfa se encargó de tocar la puerta y de allí salió la señora asustada.
– ¿Que sucedió?–
– Oikawa no está bien, está lastimado, y apesta – insistió Iwaizumi y Oikawa le dio un golpe en la cabeza.
– Iwa-chan exagera, yo no apesto, es una idiotez, ya le dije que acabo de ducharme –
La señora ignoro la pequeña discusión y le dijo a Iwaizumi que la siguiera al auto que llevarían a Oikawa al médico.
Hajime asintió y llevo a Tōru al auto, la mujer abrió la puerta del asiento trasero del auto y lo dejo que se acostara.
– Bien, cariño sube al auto – el moreno negó y se acercó a la señora murmurandole en el oído que el iría a casa de Oikawa.
La señora no muy segura asintió – Iwa-chan, ¿No vendrás?– este negó con una sonrisa para hacerlo sentir bien.
– Apestas, y no lo tolero así que te llevará mamá – Oikawa fruncio su entrecejo y le lanzó un zapato al alfa.
– Maldito grosero –
– ¡Oye!– este soltó una carcajada y recogió el zapato acercándose a la puerta del auto para entregárselo – Ojalá y estés bien, de igual manera te estaré esperando –
– Estaré de lo mejor – este tomo su zapato y le mostró su lengua – Nos vemos –
– Nos vemos –
La señora se subió al auto y arranco dirigiéndose al hospital, Iwaizumi soltó un suspiro entro a su casa a cambiarse el uniforme y luego se dirigió a la casa de Tōru, pensando en cómo reconocer donde vivía en primer lugar, así que como no sabía cómo reconocer la casa terminó preguntarle a alguien de por allí la cual le indico la casa.
Desde afuera la fachada era terrorífica, pero decidió no juzgar y no dejarse llevar por las apariencias.
Tocó la puerta de la casa dos veces y de allí salió una señora bien arreglada y con una sonrisa.
– ¿Quien eres?, ¿Se te ofrece algo?–
– Busco a la madre de Oikawa Tōru –
– Oh dios, ¿Y ahora que hizo mal ese imbécil?, ¿Con quién se acostó ahora?– Iwaizumi arrugó su nariz sin entender.
– Soy su compañero de clase, y venía por un libro que le preste –
La mujer alzó una ceja y se hizo a un lado – Oh pasa cariño, pasa – el alfa se adentro a la casa y un escalofrío paso por su cuerpo.
Su mirada fue dirigida a toda la casa tratando de buscar algún defecto, pues algo debía de estar mal para que a Tōru le sucedieran cosas malas.
– ¿Quien eres tu?– el alfa de la casa se paró frente a Iwaizumi con una cara de enfado.
– Yo ...–
La mujer lo interrumpió con una amable sonrisa – Es compañero de Tōru, viene por un libro que le ha prestado – el señor alzó una ceja y al sentir el aroma de Hajime arrugó su nariz.
– Largo de mi casa –
– ¿Eh?– este parpadeo y aquel aroma sucio y apestoso llegó a su nariz.
Asi olía Oikawa, un olor a fruta pasada, un olor desagradable y que asqueaba.
– Tu eres el sujeto que se mantiene cerca de mi hijo –
– Bueno, trato de cuidarlo –
– ¿Así que tratas de cuidar a mi propiedad?, ¿Con que derecho?–
– Oikawa no es una propiedad –
– ¿Ah no?– este tomo de la camiseta a Iwaizumi y lo acerco a su rostro – ¿Cuando lo decidiste tu?– interrogó y soltó al moreno el cual dio dos paso hacia atrás.
– Oikawa no es una propiedad, es una persona que siente,y usted qué es su padre debería saberlo mejor –
– El no es sólo el padre de Tōru – la mujer se cruzó de brazos y negó – Toru es el amante de mi marido – Hajime abrió sus ojos en sorpresa y volvió a dar dos pasos hacia atrás.
– Usted es quien lo golpeó – señaló al señor el cual se encogió de hombros.
– Es mi propiedad, yo lo hice, es mi sangre, tengo derecho sobre el – Iwaizumi apretó sus puños y frunció su entrecejo.
No podía golpear a ese señor por qué estaba seguro que no ganaría contra alguien así por lo que apretó su mandíbula y con todo el coraje del mundo salió de esa casa empezando a concluir cosas en su cabeza.
El alfa mayor se encogió de hombros y rió con su mujer al ver huir a Iwaizumi.
– Si él está golpeando a Oikawa... Tōru olía lo mismo que el – Hajime mordió su labio inferior y negó dirigiéndose a su casa – Es imposible, el no podría –
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Awanten, les dejo solo la primera en unos minutos subo la segunda parte que ya llevo la mitad xd
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¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!
FanfictionDigamos que ser un omega conlleva muchas desventajas a diferencia de un alfa o incluso un beta. Oikawa Tōru aprendió a valerse solo y a conseguir las cosas que quiere acambio de cosas que le eran pedidas. Su familia tampoco está del todo bien pero e...