34• Pedazos

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Cada pedazo dentro del corazón del castaño fue hecho pedazos en cuestión de segundos, ¿Estaba escuchando bien?.

No, solo era una broma mala de las que siempre hacia Hajime.

– Iwa-chan, no es gracioso –

El moreno no se movió de su lugar y se estuvo callado.

El silencio siempre otorgaba pero en esa ocasión Tōru no lo veía así.

El silencio no otorga, solo destroza.

– No, no es cierto – el castaño llevo sus manos a su vientre confuso por la situacion, y con sus ojos amenazando con llorar – El debe de estar bien, el está aquí, deja de mentir –

– Oikawa... El murió – Tōru negó una y otra vez sin llegar a creer aquello que salía de la boca de Hajime.

– El bodoque está bien, está aquí, yo prometo que no le hice daño, yo vomite eso para que estuviera bien, vamos a ser una familia, seré bueno con el bodoque – insistió y el alfa se acercó a abrazarlo mientras murmuraba las palabras "lo siento" una y otra vez.

Un lo siento no arreglaba las cosas, atormentaban más al Omega que estaba entrando en crisis en ese momento.

– Calma Oikawa, todo estará b- –

– ¡Nada estará bien!, ¡No mientas! – grito y exclamó con enfado y desespero – Siempre dices que todo estará bien y no es así, otra vez falle, perdí al bodoque, mi única familia – nuevamente aquello de sentirse sofocado lo empezó a molestar – Fue mi culpa –

– No es así Oikawa –

– Lo quería realmente, lo quería – este sorbió de su nariz y su presión empezó a subir siendo marcada en la pantalla del aparato.

– Oikawa cálmate –

– ¡No voy a calmarme maldita sea!– los nervios y una sensación extraña recorriendo su cuerpo.

La armonía de querer rascar sus brazos y cabeza en desespero era lo que más lo inundaba ahora que el alfa le tomo fuertemente de las muñecas.

– Oikawa tranquilizate –

– ¡No!, ¡No, y no! Deja de pedirme algo que no puedo hacer – la lluvia de lágrimas de inmediato terminaron por colarse en las mejillas pálidas de Tōru.

Parecía un niño asustado y abrumado ante lo incierto.

Su pecho dolía más que nunca.

Jamás se había sentido tan miserable y asqueroso.

Ni cuando su padre le tocaba se había sentido así.

Había causado la muerte de un ser inocente.

– Me odio – murmuró entre jadeos empezando a buscar aire.

El recuerdo de aquel pequeño llamándolo mamá de inmediato vino a su cabeza traendole náuseas de inmediato.

Se sentía asqueado de haber provocado algo tan horrible.

Con ayuda de Hajime se levantó y camino hasta el baño de la habitación regresando nada más que líquido ya que no había comido nada en varias horas.

Había estado a nada más que suero.

Iwaizumi le sostuvo el cabello y le ayudo a sostenerse.

Las lágrimas jamás pararon.
Su pecho tampoco dejó de doler tanto. Y la imagen de aquel pequeño no hacía más que atormentarlo.

Había cometido el error más grande de su vida.

Egoistamente le había arrebatado la vida a alguien que no tenía la culpa de su miserable vida.

Y todo había sido por terquedad.
Si no se hubiera bebido aquella mezcla extraña seguramente el bebé estaría con el, estarían en casa comiendo un buen desayuno junto Iwaizumi y la señora.

Estarían bien, si él no se hubiera equivocado.

....

– ¿Cuando despertara? – el médico observó con atención a Tōru que pese a estar sedado parecía intranquilo.

– Será un par de horas... Y cuando despierte probablemente de nuevo entre en un estado confuso donde al hallar respuestas volverá a entrar en miedo, sentira que se ahoga... Lo mejor será que traigan a un médico especialista – sugirió y le entrego una tarjeta – El podrá ayudarlos –

La madre de Hajime miraba la escena dolida, nada de aquello hubiera sucedido si hubiera sido más atenta y responsable.

Hajime recordaba cada palabra que Oikawa había dicho, y parecía echarse la culpa de todo, no entendía el por qué lo hacía o que razones habían para culparse.

Cuando los del error había sido él y su madre.

Negó y se sentó al lado de Oikawa acariciando su mano para tratar de calmarlo y que así durmiera más tranquilo.

El castaño tenía razón, no podía exigirle que se calmara o que parara de sentirse mal, acababa de perder a aquel pequeño ser y aunque no entendía del todo aquel tipo de pérdida su madre lo había experimentado y parecía ser una de las cosas más crueles.

Era como romper en minúsculos trozos cada pedazo de ti, querer dejar de existir por qué aquello que ya amabas se fue y te dejo atrás.

Y sentir que la culpa fue tuya por no ser capaz de poder hacer más o poder ayudar.

Tōru se sentía impotente.

Decía no amar a aquel pequeño ser que se formaba en el.

Decía que lo detestaba, que era asqueroso.

Pero cuando lo perdió todo, cuando se quedó solo fue cuando realmente se dio cuenta de que lo amaba.

Muy tarde.

Si antes se hubiera preocupado más por el, quizás, solo quizás seguiría con vida y seguiría creciendo en su interior.

Ahora sólo quedarían aquellos recuerdos vacíos, aquella sensación de ser madre se quedaría a su lado.

Pero jamás tendría a aquel pequeño ser que había pasado a la otra vida.

– Lo siento Tōru –

Quizás Iwaizumi podría ser la persona que más dañaría a Oikawa emocionalmente.

Sería la persona que fue capaz de destruir toda confianza y seguridad que aún tenía el Omega.

Nuevamente un alfa había hecho pedazos a Tōru, pero esta vez ya no había sido una violación, o unas manos rodeando su cuerpo sin descaro.

Esta vez había tomado su corazón y cabeza y la habian hecho pedazos con unas simples acciones.

Simples acciones que iban a derrumbar al Omega.

Los alfas a final de cuentas si eran malos.

Eran detestables, siempre hacían mal las cosas, concientes o inconcientes  siempre terminaban por destrozar a alguien inocente.

¿Oikawa podría ser capaz de perdonarlo cuando le dijera la verdad? O sería parte de la lista de alfas a los que Oikawa tanto detesta y aborrece.

No había nada cierto, más allá de que había acabado con todo lo que le había costado formar con Oikawa.

Lo seguro era que aquel vínculo que habían creado fuera cortado con una mirada o una expresión.

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Bueno, un capítulo más y avanzamos 🌺
De antemano los amo jajajvksbdksbs deben de odiarme :( lo siento

Y ando con ganas de escribir así que actualizo jskssksnsls
Aun así mañana subo capitulo

¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora