¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!

10• Empezamos las clases

–¡Iwa-chan!, No es de esa forma, si pones tu cuerpo de esa manera no saldrá bien el servicio – empezaban desde ya los regaños del castaño.

Iwaizumi como siempre trataba de aguantar los regaños escandalosos pues el mismo fue quien le había pedido aquella ayuda a Tōru.

– Bien – se limitó a contestar, tratando de corregir su postura para intentar de nuevo el servicio.

Llevaban más o menos una semana con aquella rutina de entrenamiento donde iwaizumi trataba de llegar a un nivel similar al de Tōru en cuanto a servicios, pero el castaño era tan exigente y estricto que el otro avanzaba de apoco con cada entrenamiento.

Y por primera vez en la semana logro hacer un servicio decente (o al menos así lo denominó el omega).

– Ya era hora, nunca aprendes nada, eres muy lento, no eres más que solo físico –

Nuevamente la paciencia de Hajime estaba por ser tirada a la basura, por lo que intento ignorar las palabras del otro, y volvió a concentrarse en el servicio que haría.

– ¡Iwa-chan!, No me dejes hablando solo, préstame atención, ¿Crees que por ser Omega yo merezco menos atención? –

Nuevamente la calma del moreno trataba de permanecer pero la insistencia del otro le estaba irritado a tal punto en el que quizás se atrevería hasta a golpearlo.

– Vaya, los alfas son como imaginé, una mierda, que se creen superiores solo por que nosotros somos los malditos sumisos – el entrecejo de Oikawa cada vez se fruncia más y el del otro estaba igual.

Y el moreno logro hacer un servicio de nuevo pero este resonó en todo el gimnasio. Seguido llevo su mirada al castaño quien lo miraba desafiandolo.

– Nunca dije que fueras un maldito débil Oikawa, así que cierra esa maldita boca y no seas un jodido grano en el trasero –

– ¿Ah?, ¿Y pretendes que yo me deje tratar así?, No Iwaizumi, a la mierda, soy un Omega pero jamás me dejaré derrumbar y tratar mal por un maldito alfa como tú – lo señaló y dijo cada palabra de manera filosa sin contenerse.

– Tú crees que todos los alfas están en tu contra Oikawa, y no es así, solo te pedí que te callaras por una maldita vez y ahora te ofendes –

– No me compares estúpido de mierda –

– A la mierda Oikawa, has lo que quieras –  Hajime camino alejándose del otro para contener sus ganas de estamparle un golpe.

– ¿Ah?, Que cobarde eres Iwa-chan, un alfa cobarde que hulle cuando un Omega lo trata mal, aquí la mujer llorona eres tú –

El moreno negó a tener que hacerle caso al otro pero Oikawa no estaba satisfecho con sus palabras, tomo del brazo al otro para detener su paso – Sueltame – dijo en forma de orden el moreno pero el castaño no tenía intención alguna de soltarlo.

– Aún no terminas tú estúpida práctica sin progreso –

– No necesito más de tu maldita ayuda –

– Sin mi no lograrás subir de nivel Iwa-chan, sin mi no podrás mejorar –  trato de amenazarlo.

– El que no es nada sin mi eres tú – contestó con enfado Hajime dejando de pensar y razonar se giró a ver al otro – Si yo no juego contigo estás fuera del equipo –

– ¿Me estás amenazando? –

– Tómalo como desees –

– Tú maldito bastardo – el castaño frunció aún más su entrecejo y alzó su mano para golpear a Hajime pero en su intento fue detenido.

– No me levantes la mano por que el que terminara golpeado serás tú –

– Hazlo, después de todo todos los alfas son iguales –

Hajime tomo fuertemente de la muñeca a Tōru empezando a desesperarse aún mas pero en su cabeza logro recapacitar por un instante por lo que soltó al otro – No soy igual y no pretendo serlo jamás –

Seguido siguió su camino dejando a Oikawa aún más furioso.

– ¿No eres igual?, Claro Iwa-chan, claro – ironizó el de ojos chocolatados quien se quitó uno de sus zapatos y se lo lanzó al de cuerpo fornido.

Hajime se volteó a verlo y tomo un poco de aire para buscar calma pero nuevamente Oikawa le lanzó un zapato.

– Todos son iguales, siempre, siempre son iguales no lo nieges – seguía diciendo Tōru confuso y con molestia – Todos los alfas son una mierda – murmuraba apretando sus puños – Todos lo son –

El moreno desvío por un momento su mirada y busco reunir palabras para encontrar una solución a aquel pequeño drama – No todos lo son, has tenido quizás la mala suerte de conocer a los alfas más estúpidos pero yo no soy como ellos, y no pretendo serlo –

– Claro, es pura mentira, todos quieren sexo, todos quieren predominar, todos se creen unos malditos superiores –

– ¿Acaso yo me he mostrado así contigo?– le cuestionó y fue entonces donde el castaño se quedó callado sin saber que responder. Su cabeza se quedó funcionando un buen rato cuestionandose aquello en la cabeza – Quizás crees que todo lo que hago es para un mal tuyo pero no es así, y tú no te das cuenta de ello, y nunca pretenderas fijarte en eso –

Oikawa sin palabra alguna camino hasta la salida del gimnasio y fue a los vestidores para ir por su maletín y largarse dejando así solo a Iwaizumi.

Y sabía que Hajime tenía razón pero... ¿Podría admitir así de la nada que no todos los alfas eran malos?, No, no podía, el más que nadie conocía como eran los alfas y estaba seguro que Iwaizumi tramaba algo, quería algo y era por eso que lo trataba bien pese a todo.

Los alfas para Tōru no eran más que seres despreciables que buscaban aprovecharse como siempre del más débil, y por eso mismo  nunca se mostró débil ante alguna situacion, el siempre pretendió estar bien cuando quizás no lo estaba, pero debía soportar de lo contrario ya estaría derrumbado.
Luego de vivir más de 16 años con su madre y padre en aquella casa no podía mostrarse débil, y jamás mostraría que era un simple Omega que ya no soportaba la vida que lleva consigo.

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ª estaba editando, termine borrando el comentario sobre las feministas, así que si vienen como nuevos a leer y no entienden los comentarios... Ya saben la razón(?)
No pretendía borrarlo pero, me decidí hacerlo, no era tan grave, era de manera humorístico, en un intento de bajarle lo tenso que estaba el ambiente en el capítulo, sin embargo valio, se lo tomaron para mal, así que... Prefiero retirarlo, sin más... Siga disfrutando de la tortura del fic.