Eres mi todo. © [✔️]

28.¿Qué haces aquí?

ERES MI TODO

CAPÍTULO 28.

-Kenia Monasterio-

Pasamos un día increíble, comimos de cuanta cosa se nos pasó por la mente. Los chicos están en nuestra habitación a escondidas de los guardias que tenemos en los pasillos, ¿cómo le hicieron? No tengo idea, pero aquí están los dos recién bañados.

Lucas tiene una pantaloneta con una playera y Mauricio está vestido igual, mientras que Ana tiene un diminuto short con una blusa de tirantes y, por otro lado, estoy yo con una sudadera hasta mis rodillas y un top, cabello en un moño alto y mis lentes. Estamos jugando póker, pero estos chicos son muy tramposos, bueno, más que Ana y yo juntas.

Seguimos jugando, escucho mi celular sonar y me levanto corriendo con la esperanza que sea Axel, pero al ver el nombre en la pantalla me doy cuenta de que es mi primo Rafael.

-Miss ego -suelto una risita.

-Mi versión femenina -lo escucho reír-. ¿Cómo estás? ¿Cuántas folladas te han dado?

-Creo que mil por segundo, y estoy bien, gracias. ¿Tú cómo estás? ¿Cuántas te has tirado? ¿Ya tienes en tus redes a esa chica que te gusta?

-Vaya, te debe estar doliendo todo. Nada, prima, dice que soy un perro y que a ella no le gustaría ser una más de mi lista, se está haciendo la dura con este papacito.

-Ella tiene razón, ¿cómo pretendes que te preste atención si se te van los ojos hasta con una escoba con falda?

-Qué metiche, Kenia, pero verás que ella va a ser mía, me gusta y no dejaré que se me escape.

-No creo que caiga tan rápido, pero si tú lo dices. ¿Cómo se llama la desafortunada?

-No tiene caso que sepas, no la conoces. Ella va en la universidad conmigo y tú en la escuela.

Mi primo se despide de mí porque va rumbo a su nueva conquista que todavía no cae. Ojalá lo ponga a luchar un poco, siempre ha tenido a las chicas que quiere, pero veo que esta es la excepción

Me acerco de nuevo a donde los chicos que no me preguntan nada, pero con su mirada basta.

-Era Rafael -digo antes que pregunten-. Quería saber cómo estaba.

-¿Quién es Rafael? -inquiere Lucas.

-¿El mismo Rafael que nos tenía celosos la vez pasada? -Mauricio nos mira y nosotras asentimos-. Ese chico tiene aires de grandeza.

-Igual que tu hermano, los dos tienen un nivel de ego muy alto.

-Es cierto, pero Rafa está recontramegachurro -dice Ana-. Tiene un cuerpo muy marcado.

-Dejen de hablar de ese chico, ni siquiera sé quién es -se levanta. Luce enojado-. Mejor me voy para que sigas hablando con ese Rafa.

-Lucas -lo llamo-. ¿Te vas a poner celoso por una llamada?

No me responde y sale dando un portazo, suelto una risita por ver cómo se pone celoso, pero él no puede ser así, ni siquiera somos novios. Mauricio también está discutiendo con Ana por decir que Rafael está guapo. Esto es un caos de chicos celosos.

-¡Claro! Rafa está bueno, Rafa esto, Rafa lo otro -se queja Mauricio caminando por todos lados-. A mí siempre me tratas mal, como yo no soy Rafita.

-¡Deja tus celos, pareces un niño! -le grita Ana-. Que tengamos sexo no te da derecho sobre mí.

-¿Para eso es que te sirvo? Ana, lo nuestro no se basa en solo sexo -la voz de Mauricio suena dolida.