55. ¡Lárgate, Maldita!

2.7K 126 0
                                    

ERES MI TODO 

CAPÍTULO 55.

—Kenia Monasterio—

Mis amigos y mi hermana han llegado, todos están en el cuarto esperando que Lucas despierte, pero nada. Ya es medio día y mi chico nada que abre sus preciosos ojos y eso sí me tiene asustada, me agrada tener amigos que me apoyen y una familia que me respalde.

Los papás de Lucas todavía no saben nada. Miro a mis amigos y al parecer ellos creen que esto es un hotel porque se quieren quitar la ropa en los sofá donde están, no me da rabia verlos, más bien me causa gracia ver cómo son ellos de espontáneos, pero siempre me apoyen en todo.

Estoy de pie frente a Lucas y me agacho un poco para quedar cerca de su carita preciosa. Sé que la policía ya tiene tras las rejas a Yandris, tengo que ir para confirmar la declaración, quedé en ir más tarde, ahora quiero estar cerca de Lucas.

—¿Por qué no has despertado? —susurro cerca de sus labios—. Me tienes extrañándote, no sé qué voy hacer sin ti, sin ver esos ojos tan bonitos que tienes, quién me va a dar esas miradas de chico frío o pervertido que solo tú sabes. Te necesito a mi lado, Lucas, te has convertido en mi príncipe, claro, que eres un poco egocéntrico, pero eso no cambia que siga queriéndote. Vuelve ya.

Me quedo callada. Siento ganas de llorar y no quiero hacerlo, cierro mis ojos dejando ir por mis fosa nasales el aroma de Lucas.

—Sigue hablando, quiero seguir escuchándote —su voz ronca me hace abrir los ojos—. Quiero seguir escuchando cuánto me amas.

—¡Lucas, estabas despierto! —sin pensarlo lo empujo—.  ¡Eres un demente!

Lucas se queja y yo abro mis ojos, lo he lastimado.

—Kenia, estás loca, me has lastimado —se queja.

—Perdón, pero tú te estabas haciendo el dormido.

—Hermano —Mauricio lo abraza con cuidado—. Has despertado.

—Ego para buen rato —contesta Axel—. Ya no muere.

—Cuñadito —Adriana le sonríe—. Ya iba ayudar a mi hermana a buscarte reemplazo.

—Adriana, compórtate —Vero se ríe—. Me alegra que estés bien, Lucas.

—Primo, casi nos dejas —Neftaly se acerca—. No has pegado tremendo susto.

—Él no podía morir y dejar a mi prima con las ganas —suelta Rafael.

—Rafael, no es momento de bromas —lo regaña Leticia—. Me da gusto que no te haya pasado nada malo, Lucas.

—Pendejo, yo casi hago fiesta pensando que habías muerto —Ana hace un mohín para reír—. Mentiras, solo es broma.

—¿Saben quién me hizo esto? —Lucas nos mira—. ¿Fue ella?

Sé a quién se refiere.

—Yandris intentó matarte —hablo—. La tienen en la estación de policía, tengo que ir a dar declaración.

—Iremos los dos —dice con seriedad—. No quiero negativas, debo ir.

—Pues la respuesta es no, ni siquiera tienes salida de este hospital por hoy.

Convencer a Lucas de no ir fue difícil, gracias a mis amigos que lo convencieron de no ir en ese estado se quedó más tranquilo. Le pido a los chicos que nos dejen solos por unos minutos y me siento en la camilla al lado de Lucas para sentirlo más cerquita.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Dos días que se me han hecho eternos —suspiro—. Prometiste no dejarme y cumpliste.

Eres mi todo. © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora