ERES MI TODO
CAPÍTULO 40.
—Kenia Monasterio—
Increíble cómo pueden pasar los días en un abrir y cerrar de ojos, no puedo creer que ha pasado un mes desde que me enteré que Mónica no es mi madre. En este mes me he vuelto más apegada a mi padre que ya no viaja tanto, también está en trámites de divorcio, a pesar de que Mónica se ha negado él sigue luchando. Mi amistad con Adriana se ha hecho más fuerte, nos vemos a veces o nos hablamos por mensajes, pero siempre estamos en comunicación.
Mis amigos no han dejado de apoyarme en la búsqueda de mi madre, no tengo ni una sola pista todavía, pero seguimos buscando. Con Lucas voy de maravilla, casi siempre estamos juntos, nuestra relación íntima va de lo mejor, he aprendido muchas cosas con él, me gusta estar a su lado. La cena con sus padres será en unos días cuando regresen del viaje.
Mi amistad con Axel sigue igual que siempre, por lo que sé Yandris tiene días de estar en la casa de Axel, al parecer, esa chica muere por mi amigo, yo sé que a Axel le gusta, pero no de la manera que quiere y quizás eso se dé más adelante. Adriana ha terminado con su novio, se dio cuenta de que únicamente quería sexo, así que me tocó consolarla, ella lo quiere y ese chico no la merece, es un patán de lo peor.
En fin, todo esto ha pasado en un mes, a parte que Neftaly y Verónica se llevan mucho mejor que antes. Ana y Mauricio ya son novios, por fin ella lo aceptó. Rafael sigue luchando por Leticia y ella va cayendo poco a poco a los encantos de mi primo.
Estoy acostada boca abajo mientras escucho música de mis audífonos, alguien se me tira encima, intento ver quién es, pero no doy hasta que me doy cuenta de que es Lucas porque se baja de mi cuerpo y suelta una carcajada.
—¡Oye! Me vas a matar un día de estos .
—lo empujo haciéndolo caer al piso—. Pesas un montón.—Kenia, me has hecho golpear —se queja desde el piso.
—No es mi culpa, nadie te manda a montarte encima de mí —me coloco de pie—. Pareces niña quejándote.
No sé cómo hace Lucas, pero me deja caer encima de él antes que yo reaccione.
—¿Te parezco una niña? —mira mis ojos—. Te demostraré de qué es capaz esta niña como dices.
—¿Qué me piensas hacer, Lucas? —miro la puerta—. Estamos en mi casa y mi padre está en la sala.
—No se dará cuenta de nada, esto será rápido.
Decir que no le tengo ganas es una vil mentira, así que me dejo llevar de sus labios cuando tocan los míos, se mueven en sincronización, siento su mano acariciar mi pierna descubierta gracias a que traígo una pijama. Sus labios recorren mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja y luego con su mano libre acaricia y toca mis senos. Desliza su mano por mi trasero y toda parte de mi cuerpo que me cause excitación.
Esto tiene que ser rápido, así que me aparto un poco para quitar su ropa con una agilidad que ni yo sabía que tenía. Dejo al descubierto su cuerpo y paso mi dedo por su abdomen bien marcado, mientras muerdo mi labio. Lucas me quita la pijama y deja mis senos a su vista, no piensa dos veces en lamerlos, chuparnos y morderlos, pero sin hacerme daño, eso solo me da placer.
Me acomodo encima de él y dejo que todo su miembro entre en mí llenándome de una manera tan placentera, mis paredes lo reciben sin problema alguno. Empiezo a moverme en círculos encima de él, Lucas tiene sus ojos cerrados y no deja de jadear, sus manos están en mi cintura y yo aumento mis movimientos, me siento complemente excitada por todo esto.
Lucas me gira dejándome debajo de él y empieza a moverse encima de mí llenando todo mi ser con cada movimiento torpe que hace. Nuestros gemidos se escuchan por toda la habitación y los dos estamos perdidos en el placer. Lucas se mueve más rápido, tiene sus manos tocando mis senos para darme más placer y que los dos nos vengamos al mismo tiempo.
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Eres mi todo. © [✔️]
Teen Fiction«Soy fans de pensar que a la vida le gusta jugar con nosotros para llevarnos al lugar donde no nos gustó estar para recordarnos quién no queremos ser y a quién extrañamos de nuestro pasado». ... -Necesito que si te vuelves a enamorar sea de mí. -Ya...