Eres mi todo. © [✔️]

34. Necesito amor.

ERES MI TODO 

CAPÍTULO 34.

—Kenia Monasterio—

Llegar tarde a clases nunca a sido lo mío, pero ¿qué pasa cuando te quedas con tu mejor amigo hasta tarde? Pues esto. Axel y yo vamos tarde por quedarnos hablando y se nos hizo tarde. Vamos en el auto mientras escuchamos en la radio lo mío no pasa de Alex zurdo. Axel y yo vamos cantando mientras él va a toda velocidad para ver si llegamos a tiempo a la primera clase.

—¿Será que llegamos a las primeras clases?

—Claro que sí, enana, confía en mí.

Esta vez sentí el camino más largo que nunca, pero por fin habíamos llegado. Nos bajamos del auto y como de costumbre los chicos nos están esperando, lo raro es que Lucas también está con ellos. Me pongo nerviosa de verlo, todavía no me acostumbro a lo guapo que es.

Pienso en mi vestimenta para ver si estoy bien y llevo jeans blanco, blusa azul rey, sandalias, cabello suelto y mi rostro sin rastro de maquillaje: no estoy nada mal. Mientras voy para donde mis amigos la mayoría me saluda y Rogelia me mira con tanto odio que no es capaz de disimular que le caigo mal.

—Chicos —les sonrío.

—Hola, enana —responden al unísono.

—Axel, volviste —Ana lo abraza—. Te he extrañado mucho.

—Hola, loca. Chicos, me alegra verlos.

Todos lo saludan, también están feliz de verlo, Axel es importante para todos. Miro a Lucas que mira a Axel serio, pero después me mira y me da una sonrisa.

—Hola.

Me saluda.

—Lucas.

No tengo idea cómo saludar, no quiero hacer el momento incómodo.

—Chicos, vamos a clases porque ya es tarde.

Estoy por caminar detrás de los chicos y Lucas me toma del brazo.

—Esto sí es un saludo —pone sus manos en mi rostro y empieza a besarme, rodea mi cintura con sus brazos—. Ahora sí, buenos días.

—Buenos días —le doy un último beso—. Vamos a clases.

Empezamos a caminar por los pasillos, siento que alguien viene detrás de mí y no me da buena espina, me doy cuenta de que es Rogelia con su grupito de amigas que me miran mal. Vuelvo a mirar a los chicos, pero Rogelia habla.

—Con que ahora eres una más de la lista de Lucas —Rogelia me toca el hombro—. ¿Sabes que solo te quiere para sexo porque no le gustan las relaciones?

Me giro sobre mis pies para mirarla y todos están pendiente de qué voy a decir.

—No me digas, ¿ya te botó? —levanto una ceja—. No soy como tú, Rogelia, yo sí me hago respetar.

—Por favor, si eres una nerd de quinta. Todos sabemos que Lucas nunca te tomará en serio, se ha acostado con la mayoría de chicas de la escuela y pretendes que te tome en serio.

—No pienso discutir contigo, no es mi culpa que él no te soporte y te haya botado después que te usó, así que déjame en paz.

Todos están alerta de lo que decímos, nadie se quiere perder el momento.

—Rogelia, ya está bueno, deja a Kenia en paz, ella no te está haciendo nada—intervine Lucas.

—Claro, ahora la defiendes como es tu nuevo juguete del mes, qué digo del mes, de la semana —Rogelia me mira—. Tú eres una zorra que tiene aires de belleza cuando lo que eres es una putita barata.