Eres mi todo. © [✔️]

39. De nuevo todos juntos.

ERES MI TODO

CAPÍTULO 39.

—Kenia Monasterio—

Es tiempo de volver a mi vida normal. No puedo dejar que una mentira acabe con todo lo que tengo, no puedo apartarme de mis amigos ni de la persona que quiero y por eso decidí realizar una parrillada en mi casa, le pedí a mi papá que los llamara a todos con cualquier excusa, los únicos que saben cuál es la razón son Lucas y Mauricio porque me han visto, por eso les pedí no decir nada.

Estoy lista para esperar a mis amigos. Como estoy en mi casa me puedo poner lo que sea, así que me puse una pantaloneta de chica con un top gris, me hice dos trenzas y me puse mis chanclas. Miro la hora en mi celular y ya los chicos están por llegar, ellos casi siempre son puntuales.

—Hija, tus amigos están en la sala y también tu primo Rafael que acabó de llegar. Qué linda estás.

—Gracias —lo abrazo—. Creo que es hora de dar la cara.

—Sí que lo es porque me quieren volver loco con tantas preguntas.

Suelto una risita de verle la cara a mi padre, así de cansones estarán mis amigos que lo tienen al borde de la locura. Salimos de la habitación y empezamos a caminar hasta el jardín, los chicos están distraídos hablando que no notan que yo estoy detrás de ellos.

—Cuándo será el día que dejarán el escándalo —hablo y todos se giran—. Hola chicos.

—¡Kenia! —responden al unísono.

Todos están sorprendidos de verme, el primero en correr hacia mi es Axel y luego los chicos se le unen para darme un abrazo. Lucas está de pie frente a mí con una sonrisa y yo le guiño el ojo. Los chicos se apartan y me miran sin creerlo.

—Amiga, estás bien —Ana me vuelve a abrazar—. No sabes, pensé que te había pasado algo malo.

—Enana, no vuelvas a irte de esa manera, no tienes idea cómo te buscamos —Axel besa mi frente—. Te he extrañado.

—Prima, regresaste —Rafa me carga—. Me hacías falta, ya no sé vivir sin ti.

—Kenia —Leti me abraza—. Nos tenías sufriendo pensando lo peor.

—Pendeja —Verónica me da un golpe y luego me abraza—. Me tenías como loca pensando lo malo, no vuelvas a irte de esa manera, pase lo que pase estaremos contigo.

—Pinche pendeja, cómo nos das dos sustos en tampoco tiempo —Neftaly me hace mala cara y luego me regala una sonrisa—. Te mereces una paliza por dejarnos.

—Yo te vi ya, pero quiero que sepas que me alegra verte igual que a todos los chicos —Mauricio me abraza dejando besos en mi frente.

—¿Cómo está eso que ya la habías visto?—inquiere Ana—. ¿Es por eso que Lucas no te ha dicho nada?

—Chicos, déjenme hablar por favor. Yo había visto a Lucas y Mau ya, gracias a ellos estoy aquí, también les pido una disculpa por irme así como loca, pero me sentía tan mal por todo que no pensé en nada.

—Amor, todos te entendemos, no tienes que disculparte —Lucas se acerca—. Estás hermosa, Kenia.

—Tú estás muy guapo —muerdo su labio—. Tenemos cosas pendiente.

—Cuando quieras las resolvemos —me sonríe—. Chicos, tenemos que ayudar a Kenia a buscar a su madre, ella necesita de nosotros en este momento.

—Me parece buena idea —apoya Axel—. No estarás sola, enana.

—Gracias por todo, son los mejores, pero si los invité a venir es porque quiero pasarla bien con ustedes, quiero divertirme.

—¡Me gusta tu idea! —chilla Ana—. Todos a la piscina, no quiero excusas que no trajeron traje de baño, las chicas pueden estar en ropa interior y los chicos como quieran.