Eres mi todo. © [✔️]

62. Tengo una hija

ERES MI TODO 

CAPÍTULO 62.

—Kenia Monasterio—

¿Que si estoy lista para enfrentar mi pasado? Nadie está listo para hacerlo, pero es algo que todos tenemos que hacer y hoy es mi turno de enfrentar todo lo que he dejado atrás. Ya estoy en Londres, apunto de irme para la entrevista y espero que los nervios no me traicionen.

Me miro en el espejo del hotel y me siento cómoda con lo que llevo puesto que es un vestido hasta mis rodillas de color azul rey, mi maquillaje en tono medio, mi cabello suelto que está lacio y al final ondulado, mis sandalias son negras, me combinan a la perfección.

Tomo mi laptop donde tengo las preguntas que haré y salgo de la habitación, como me vine en coche no tengo que tomar un taxi, así que llegaré antes de la hora o eso creo. Ha llegado el momento de dar la cara sin importar qué pase.

El tráfico está terrible y lo peor es que llegaré tarde y sé que Lucas odia que llegen a la hora que no es, pero le tocará esperarme porque no es culpa mía que el tráfico esté así. Ya he llamado a Rafael para saber de mi niña que al parecer le está dando lata, pero claro, tiene a quién salir mi princesa.

—Lucas Cuella—

Han pasado casi dos años en los que no he sabido nada de Kenia y en los que me dedicado a estudiar para hacerme cargo a las empresas de mis padres que no veo hace meses por estar metido en mi estudios, llegar a ser el mejor estudiante de mi carrera no ha sido nada fácil y gracias a eso me harán una entrevista, pero tengo más de media hora esperando y nadie llega. Odio que digan una hora y terminen llegando a otra, si no me he largado es porque el director me lo pidió.

No tengo la menor idea quién me hará la entrevista, pero seguro es algún incumplido e incapaz de hacer las cosas bien. Estoy hablando con el director cuando escucho esa voz que más de una vez me puso nervioso y esta vez no es la excepción. Me giro a ver si me he equivocado, pero no es así, es esa misma niña que tengo dos años sin ver.

La miro y no dice palabra alguna, los dos estamos en un trance. Paso la mirada detalladamente y está mucho más bonita que antes, tiene su mirada clavada en mí y sus labios están entre abiertos, unas ganas inmensas de besarla como tantas veces lo hice me consumen, pero también sé que no tenemos nada y no quiero dañar este momento.

—¿Usted debe ser Kenia Monasterio? —el director nos saca del trance.

—Sí, me han mandado a entrevistar a Lucas Cuella —lo mira sin articular una pequeña sonrisa—. ¿Podemos empezar

—Claro, pueden venir conmigo, la entrevista será en otro salón —le sonríe y creo que la mira más de lo normal—. Si la directora la ha mandado es porque es muy capaz.

—Lo soy.

Dice con seguridad.

Yo no he abierto mi boca para nada, todavía sigo muy sorprendido, no tenía la menor idea de que ella me haría la entrevista, pero por lo que veo ella sí sabía. Seguimos al director en total silencio hasta llegar a uno de los salones donde se realizan eventos, solo tenemos que estar los dos para concentrarnos, así que el director se retira y nos deja a solas.

Kenia no me mira, tiene su mirada clavada en su laptop, miro sus provocativos labios y todavía no ha perdido la manía de morder su labio cuando está nerviosa. Sonrío al ver que todavía tengo efecto en ella, su rostro está totalmente rojo, eso quiere decir que siente algo por mí y que tengo una oportunidad con ella.

Tanto tiempo y te sigo queriendo.

—¿No piensas decirme nada después que duramos dos años sin vernos? —me acerco con detenimiento—. ¿Por qué te apartaste de mí?