52.Te voy a dar donde mas te duele

2.6K 128 1
                                    

ERES MI TODO 

CAPÍTULO 52.

—Kenia Monasterio—

A decir verdad, odio este bendito dolor que me da cada vez que me viene el periodo, siempre me viene con cólicos muy fuertes que me hacen cambiar de humor, me hacen llorar y no querer ver a nadie, incluso en este momento me dan ganas de tirarle todo lo que tengo a mi alrededor a Lucas que está cuidándome, no quiero ni verlo. Siento que en este momento lo odio, pero es el mismo periodo que me pone de mil genios.

Estoy acostada en la cama mientras me retuerzo agarrando mi abdomen porque dolor no se me quita, necesito tomar algo para que este dolor se que vaya y no estoy para hablar, solo quiero que se me quite el dolor que me tiene al borde de la locura.

—Pero dime algo, no sé qué hacer.

Lucas camina de un lado a otro. Está preocupado.

—¡Que te vayas, no quiero ver a nadie! —le grito—. ¡Lárgate!

—Voy por Verónica, yo no sé qué quieres, me preocupa verte tan mal —sale casi corriendo.

Ser odiosa es una de mis facetas cuando tengo la menstruación, todo me molesta, nadie me cae bien y también soy un poco bipolar. Lucas regresa junto con Verónica que me mira con naturalidad, lo más seguro es que ella me entienda, es mujer.

—Lucas, qué lento eres, Kenia lo que necesita es una pastilla para cólicos menstruales, si no te matará. El periodo nos pone de mal humor.

—Soy hombre, es obvio que no sepa nada de eso, y ella no me dice nada —se queja—. Iré a una farmacia por una pastilla.

—No, Lucas, no te vayas, te necesito aquí —claro, mis cambios de humor—. Eres malo, me dejarás sola.

—No, amor, iré por una pastilla —se acerca—. Regreso rápido.

—¡Lárgate y no vuelvas más!

Le tiro el oso de peluche.

—Es normal esos cambio de humor, no te asustes y vez a buscar la pastilla —Verónica trata de calmarlo—. Rápido.

No tengo culpa de tratar a Lucas mal, pero estos dolores me dan ganas de matar y no querer ver a nadie. Vero se sienta a mi lado y me empieza a poner paños de agua tibia en mi abdomen para que el dolor baje su intensidad. Cierro mis ojos sintiendo cómo el caliente entra por mis poros, Verónica pasa la mano por mi cabello de manera lenta y siento que dolor disminuye un poco, pero no tanto como quiero.

Siento que las horas no pasan y que Lucas se está demorando, no he dejado de llorar por los cólicos y me vale madre que Lucas me vea así tan mal, este es un dolor que solo las chicas sabemos qué se siente. Pasan los minutos hasta que un preocupado Lucas aparece en mi campo de visión con una bolsa en su mano que supongo son pastillas.

—Tomate esto, te hará bien —Lucas me pasa una pastilla con un vaso de agua.

—Solo tienes que descansar, lo más seguro es que duermas un rato para que el dolor disminuya. Yo tengo que hacer unas cosas, te dejaré con Lucas —Vero me da una sonrisa—. Duerme un poco, amiga.

Me tomo la pastilla y pongo el vaso de agua en la mesita de noche, me acuesto a medio lado porque no encuentro acomodo de ningún lado. Siento unos brazos abrazarme con mucho cuidado como si no quiera lastimarme, y me giro para quedar frente a él.

—Discúlpame por gritarte, me desespero con este dolor.

—No pasa nada, yo te entiendo, ya Verónica me dijo que las chicas se ponen de mal humor —me sonríe—. Cierra los ojos y trata de descansar, yo te cuidaré.

Eres mi todo. © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora