Eres mi todo. © [✔️]

10. El beso.

ERES MI TODO 

CAPÍTULO 10

—Kenia Monasterio—

No pensé que venir a una fiesta en la playa me iba a hacer tan bien y que podría olvidar un poco lo que pasó. Esto está verdaderamente bueno, el DJ Harry ha empezado a tocar y vaya que lo hace bien. Todos estamos brindando y bailando, siento que alguien me toma de la cintura y me da una vuelta para quedar de frente.

—Te ves preciosa —Axel me sonríe—. ¿Por qué no me dijiste que vendrías, boba?

—Tú te ves demasiado bien para mi sentir —suelto una risita—. Axel, no te vi en la fiesta, quería felicitarte por el partido. Ah, no sabía que iba a venir y no me dio tiempo de avisarte.

—Estaba ocupado, por eso no me viste —mira a mi lado—. ¿Qué haces con el hermano menor de Lucas?

—Lo conocí en la fiesta de ayer, me cayó bien, es muy simpático.

—¡Vaya! Pero qué le ven las chicas a los chicos Cuella. Quiero presentarte a alguien.

—A ver, ¿no me digas que trajiste a una de tus conquistas?

—Sí, eso mismo hice.

Axel toma de la mano a una chica muy bonita, morena, cabello crespo, ojos negros, alta y de sonrisa tan falsa.

Es una típica arpía.

—Mira, ella es Nataly, una amiga.

La chica me da la mano.

—Hola, soy Kenia —tomo su mano—. Un placer conocerte.

—Ah, tú eres la famosa Kenia. Eres linda —su sonrisa me deja en claro que no le agrado.

—Gracias, tú igual.

—Chicas, las dejo, voy por algo de tomar, ya regreso. No me lloren.

Axel besa mi frente y ella hace mala cara.

No sé, pero esta chica tiene algo que no me gusta, se le ve en los ojos lo hipócrita que es.

—Ya que Axel se fue hablemos claro, no quiero verte cerca de él —empieza—. Él es mío y no quiero que ninguna zorra como tú ande detrás de él, a leguas se nota que eres una regalada.

—Primero: Axel no es de tu propiedad. Y segundo: aléjate tú, yo no pienso hacerlo.

—Te lo advierto, si no te alejas todos van a saber la clase de zorra que eres.

Le sonrío.

—¿Sabes que me van dando igual tus amenazas? —me acerco—. Me vuelves a decir zorra y te juro que te dejo sin cabello.

—Zo-rra…

No espero de mucho y me le voy encima tomándola del cabello, ya está bueno que la gente me insulte. Todos empiezan a gritar mientras yo estoy encima de Nataly dándole puñetazos, ella trata de defenderse, pero no puede. Tanta es mi rabia que no mido la fuerza, no dejo de golpearla aunque ella me tenga del cabello. Alguien me toma de la cintura llevándome lejos mientras yo pataleo gritando que me baje, tengo que seguir dándole su merecido a la intrusa esa.

No tengo idea quién me lleva cargada en su hombro como un saco de papa, pero con su olor a chicles de fresa mezclado con vodka me hacen crear una idea. Me gustaría estar equivocada.

—¡Suéltame, imbécil! Déjame enseñarle a esa intrusa que nadie me prohíbe nada y menos alejarme de Axel.

—No te voy a bajar hasta que me prometas que te calmarás —me da unas nalgadas—. Por ser una niña mala.