Eres mi todo. © [✔️]

58. Embarazada.

ERES MI TODO 

Capítulo 58.

—Kenia Monasterio—

Despertar temprano nunca ha sido lo mío, pero tengo que ir a la escuela, no puedo perder ninguna clase, en dos meses salimos de vacaciones y ya después todo va más rápido. Miro a mi lado y Lucas sigue dormido, me levanto y me meto al baño, salgo y me visto con una falda hasta mis rodillas, blusa en top y cabello suelto.

Tomo mi bolso y salgo de la casa sin pedir desayuno porque no estoy en mi casa para hacer eso. Por lo que veo Mauricio ya se ha ido, no sé cómo me iré para la escuela, no está tan lejos y decido caminar, saco mis audífonos y empiezo a caminar. Llego y al parecer es tarde porque no hay nadie en los pasillos. Camino a mi salón y el profesor de Química está dando la clase, pido permiso y tomo un asiento del medio, la clase transcurre en total silencio hasta que tenemos una hora libre y me acerco a mis amigos.

—Dos meses y no sabemos adónde nos vamos, en serio estamos en nada, todos aquí saben adónde irán.

Se queja Neftaly.

—Tenemos que pensar adónde irnos, ¡tiene que ser algo maravilloso! —chilla Ana emocionada.

—Iremos a Acapulco —opino con una sonrisa—. Debemos conocerlo.

—Kenia tiene razón —me apoya Verónica—. Por lo que sé, es precioso.

—Tenemos que disfrutar porque las vacaciones de fin de año mi familia y yo nos iremos a Londres, no estaremos con ustedes.

Murmura Mauricio con algo de emoción en su voz.

No tenía la menor idea que Lucas no pasaría la navidad conmigo, sé que está un poco lejos, pero por lo menos me imaginaba junto con él como las parejas normales, y veo que no será así. Ya está claro que nos iremos a Acapulco, un destino maravilloso para nosotros, no tengo la menor idea si Lucas quiere ir, pero lo que sé es que no pienso perderme estas vacaciones.

Pasan las horas para poder irnos, Mauricio se ofrece a llevarme. En el camino no dejamos de hablar ni de reír, llegamos y le agradezco por traerme, entro a la casa y subo donde Lucas que está viendo un programa de risa.

—Hola —le doy un beso—. ¿Cómo te has sentido? ¿Tomaste los medicamentos?

—Hola, estoy bien y sí me he tomado todo eso. Qué preocupona eres.

—No lo soy, pero en dos meses nos vamos de vacaciones a Acapulco, no querrás ir con esa herida toda fea, ¿o si?

—Claramente no —me abraza—. Pensé que no irías a la escuela.

—Claro que sí, no voy a perder una semana. Tengo hambre, voy a ver qué hay en la cocina.

—He dicho que te preparen espaguetis en salsa blanca, sé que te fuiste sin desayunar —sonríe—. ¿Te gustan?

—Sí, gracias porque muero de hambre.

Me descambio y me pongo algo más cómodo. Me vuelvo acostar al lado de Lucas hasta que nos traen de comer. Todo está delicioso. Estoy hablando con Lucas y quiero preguntarle sobre sus vacaciones de fin de año.

—Lucas, ¿dónde pasarás las vacaciones de fin de año? —me atrevo a preguntar—. ¿Te irás?

—Mauricio seguro ya te dijo que nos iremos a Londres —hace una mueca de molestia—. No te había contado porque no es seguro que yo vaya, quiero estar contigo.

—Pero también tienes que compartir con tu familia —le digo sabiendo que me dolería no tenerlo para esa fecha.

—Pero no quiero dejarte, Kenia.