capitulo 26 cruel verdad

563 41 6
                                    

Hoseok salio de la empresa con un semblante serio, tenía solo una cosa clara en su mente ahora: su madre. Con la ubicación de su padre muchas de sus preguntas serían respondidas y aclaradas por fin pensó. Miro la hora en su reloj y frente a él se paro Eun wook, una vez dentro del auto se sentó de copiloto.-¿Tienes la dirección?.-preguntó

-isla Suju, al sur de seoul, esta a unas cuantas horas aproximadamente de aquí, en una cabaña muy grande.-respondió

-Bien. Sin embargo Hoseok sentía la presión de los nervios en su estómago, si bien quería saber de su madre también temía por la respuesta de su padre pero se negaba a creer en la posibilidad de su abandono que siempre escuchó por parte de su padre cuando era un niño.

El viaje duro un tanto mas de lo que su guarda espaldas le había comentado, Se sentía abrumado, los recuerdos de su niñez había llegado a su memoria empeorando aun mas la situación, toco su cien algo cansado, cuando subió su mirada logro verlo. cuatro metros de altura tenia la cabaña en la que su padre se había estado hospedando por largos 5 meses, por supuesto la guarida estaría protegida por los animales que trabajaban para su padre, lo comprobó cuando Eun wook se detuvo. 

-Es aquí señor.-le miro. Hoseok tomo una bocanada de aire y la soltó al instante.-Están armados, lo acompañare.-dijo decidido. 

-No.-negó el.-Tu te quedas aquí.-le ordeno. el mas joven tan solo tuvo que asentir en silencio, el azabache bajo del auto y camino a paso firme hasta los hombres quienes inmediatamente le bloquearon la pasada. 

-A un lado, debo pasar.-dijo firme. 

-Tiene que tener un permiso con la autorización, de lo contrario es imposible.-el sujeto alto le dio un pequeño empujón. 

-No sabes quien soy yo, idiota.-dijo amenazante el azabache. 

-...-El tipo iba a decir algo cuando el portón se abrió de golpe. al otro lado un tipo no tan joven y algo robusto miro a ambos tipos de la entrada para luego fijar su vista en el joven.-Dejen que pase.-ordeno. Ninguno dijo nada, Hoseok se abrió paso entre ellos y  camino tras el desconocido sujeto quien parecía ignorarlo hasta que se detuvo de golpe, se giro y sonrió y dijo: ¿Eres Hoseok no?. 

El nombrado inmediatamente entre cerro los ojos y trago saliva.-¿te conozco?.-pregunto. el tipo sonrió y luego se puso serio de golpe: si. quería responder y mucho mas de lo que el creía pensó. 

-Tu padre esta en ese despacho, sera mejor que...-Hoseok lo ignoro olímpicamente y se dirigió a su destino, su corazón latía a mil, mojo sus labios resecos con nerviosismo mientras miraba la perilla de la puerta, había llegado, por fin lograría saber la verdad entonces ¿que era lo que le detenía? cerro sus ojos unos segundos y boto el aire acumulado: Tengo que hacerlo se dijo así mismo. El olor a tabaco golpeo sus fosas nasales y los recuerdos volvieron como un relámpago sin poder evitarlo, pestañeo un par de veces, al parecer su padre aun no abandonaba ese mal habito, la figura de su progenitor se encontraba justo frente a el, en el sillón negro de cuero, sus ojos con bolsas y su canoso cabello ahora mas blanco que antes. habían pasado un par de meses después de todo por un segundo casi se vio arrepentido de todo. 

-¿Vas a quedarte ahí parado?.-su voz. Recapacito y sin ayuda su odio volvió a el. Vio al hombre intentar apagar el cigarro en el cenicero con poca suerte.-Se supone que te vería luego de un año ¿Que haces aquí?.-esta vez el viejo hombre se recostó en el sillón y coloco ambas manos sobre su abultado pecho. 

Hseok trago saliva.-No estoy aquí para charlar, padre.-soltó firme. el anciano se bajo de hombros confuso.

-¿Entonces?.-quiso saber. 

-Vengo por mi parte del trato.-miro al hombre. 

-¿Trato?.-parecía muy confuso del tema.-No estoy entendiendo nada hijo.-recalco la ultima palabra molestando mas al joven. 

J-hope y tú Junto A Ti (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora