Ayuda, Bob.

421 39 0
                                    

- Juguemo' en bo'que mient'as lobo no 'ta... - Cantaba Jack.

Castiel lo llevaba sentado sobre sus hombros, siguiendo la simbología a su alrededor. Lucifer había tenido que eliminar un par de escritos para que su pareja pudiese atravesarlo, pero no faltaba mucho para llegar. Los restos de vida humana dejada atrás fueron una gran señal.

De repente, Satán se detuvo, tomó la mano de su pareja y Cas recibió un mensaje; había alguien cerca. Jack estaba a punto de preguntar el por qué se detenían, pero el ángel tenía su mano libre sobre la boca del pequeño, señal de que debía guardar silencio.

- ¡¿Quiénes son?! – Preguntó una voz sin un cuerpo al que pudiesen ver.

Pero eran ángeles y enseguida descubrieron al guardía apostado en un árbol, y vieron su alma sin problemas.

- Baja de ahí, niño. – Dijo Lucifer. – Ya te vimos.

- ¡Son ángeles! - Gritó, pero no hacía la pareja.

Un sonido parecido a soldados en un entrenamiento se escuchó acercándose, eran cazadores. Castiel bajó a Jack de sus hombros y se colocó tras Lucifer, Satán puso su mano extendida por delante, y ninguna bala del millar alcanzó a tocarlos.

- Ahí tienes a tu amada humanidad. – Dijo, para molestar a Cas.

- Solo necesitamos encontrar a Bobby.

- ¿Quién? El viejo de los Winchester. – Realmente no comprendía nada de ese tema, pero apostaba siempre por el ángel. - ¡¿Alguien conoce a Bobby?! - Gritó haciendo escuchar su voz por encima de la de los cazadores y sus armas.

Entonces todo quedó en silencio, los cazadores parecieron dar un paso atrás y Cas se permitió salir de su refugio.

- ¡¿Quién pregunta?! – Se adelantó un hombre mayor, cruzando su escopeta a la espalda.

- Soy Castiel, del otro mundo. – Dijo el ángel.

Bob asintió, como recordando aquello.

- Déjenlos pasar. – Ordenó.

Con una sonrisa en la cara y una ceja elevada en altanería, Castiel volteó a ver a su pareja, con burla. Siguieron sin dudar a Bob hasta el centro de la pequeña guarida humana. A cada paso la población se multiplicaba y más ojos curiosos observaban a los recién llegados.

- ¿Qué te trae por estos lados? – Interrogó Bobby.

- Un pequeño accidente doméstico.

- El mismo nephilim de la vez pasada.

- Si. – Admitió Cas. – Él es Jack.

El pequeño rubio agitó su mano en saludo y Bob le devolvió el gesto.

- Crece rápido. – Sonrió el cazador. – Aunque no creo que pueda abrir el portal de nuevo, ¿No?

- Ese es el problema. – Dijo Lucifer. - ¿Puedes decirle a tu gente que deje de mirar?

- Es raro ver gente como ustedes. - Explicó Bobby, mientras servía café y dejaba los vasos sobre una mesa colocada fuera de su cabaña. – No querrán verlos cuando se enteren de que son ángeles.

- Asegúrate de que no se pasen de listos. - Amenazó Lucifer, ganándose la mirada asesina del cazador.

Castiel tenía que intervenir, por lo que dio un sorbo a su café y prosiguió con lo importante.

- ¿Hay un lugar en donde podamos quedarnos? Será solo hasta que descubramos como salir. – Pidió el ángel.

- Sabes que es peligroso que se queden aquí mucho, son un farol para esos emplumados. – Explicó Bobby.

- Lo sé, pero serviremos de defensa también. – Prometió Castiel. – Solo necesito un lugar y comida para los niños.

Vio la duda en los ojos del cazador, pero sabía que en este o mil mundo distintos, él no dejaría a un par de niños desolados.

- Bien. – Aceptó Bobby. – Además nos vendría bien que sanaran a un par de enfermos.

- ¡Excelente! – Fingió emoción Lucifer. – Y ya que no me gusta estar en el centro del tumulto, les ayudaré a reforzar su tosca fortaleza con simbología más compleja.

Nathan pasó a brazos de Castiel, ya despierto, pero no muy interesado en lo que pasaba a su alrededor.

- Ten cuidado con mi familia. – Sonó amenazador Lucifer.

- Tú ten cuidado con mi gente. – Refutó Bob.

Ambos se fueron por caminos separados, y Castiel siguió a Bobby hacia el hospital improvisado que tenían. Con los pocos recursos que tenían, era difícil que nadie estuviese enfermo y que muchos muriesen incluso por una infección simple en heridas pequeñas. Además, su continua lucha contra el cielo, había dejado a mucho con profundos daños. El ángel observo a su alrededor, a aquellas camas improvisadas con gente tratando de salvar vidas con muy poco. 

Our Son.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora