● Harry Potter ●

📚Remus Lupin 2

Primera cita?

Te encontrabas en tu habitación sola, todas tus amigas y demás amigos al igual que Sirius, Jame y Peter se fueron a la expedición de hoy.
Excepto Remus, no sabías el porqué se había quedado aquí en vez de ir con sus amigos y contigo a esa expedición.

Estabas aburrida y decidiste caminar por todo Hogwarts, tu hermano Sirius te había dejado la llave de la biblioteca restringida, por suerte ya sabías en dónde quedaba y no necesitabas el mapa que ellos habían hecho.

Llegaste al último piso, la verdad es que no había nadie en la escuela más que Dumbledore pero el casi nunca salía de su oficina, así que no te preocupabas tanto por esconderte. Antes de entrar viste que Remus estaba caminando mientras miraba el mapa, parecía un niño pequeño siguiendo un mapa del tesoro, decidiste esconderte y dejar que el entrara primero.

Lo seguiste hasta que miró la puerta a la entrada de la biblioteca

-¿Qué?, ¿Esta cerrada? Sirius no dijo nada sobre una llave...

-¿Y se puede saber por qué quieres entrar?

Remus se dio la vuelta muy asustado, tu lo miraste con el ceño fruncido.

- ¿Linda?, ¿qué haces aquí?

Tu y Remus ya sabían que se gustaban mutuamente, así que el ya empezaba a llamarte por apoda lindos. Te acercaste a él muy enojada.

-¡¿Tu que haces aquí?!

-Quería entrar a la biblioteca, por eso no fui a la expedición, pensé que tu hermano te lo diría

-¿Qué?, ¿y porqué no me dijiste a mi en persona? Sirius no me dijo nada

-No te dije porque sabía que te ibas a molestar si no iba y más si te decía que me iba a quedar para estudiar para el examen final.

Lo miraste más enojada, pero no querías discutir, así que abriste la puerta y te diste la vuelta para irte.

-¡Espera! ¿No quieres quedarte?

-¿Para qué? Desde un inicio querías quedarte solo para estudiar por eso no fuiste, ¿para qué quedarme ahora?

-Yo...no sabía que te quedarías, ¿porqué lo hiciste?

-¡Porque pensé que estabas planeando nuestra primera cita que prometiste! Por eso me quedé, sino me hubiera ido y hubiera estado con todos mis amigos.

Remus frunció el ceño, lo cual era raro en él porque él nunca se enojaba.

-Lo siento...no quería que te quedaras por mi, eres libre de disfrutar cosas, no quería tenerte aquí aburrida.

-Con estar contigo a solas es suficiente para mí, ¿no puedes entender eso?

Remus te miró con dulzura, pero ignoraste eso y te diste la vuelta para irte de una vez por todas, pero el te detuvo tomando tu mano para voltearte y besarte.

Te alejabas pero el no te dejaba, tomó tus piernas y te cargó, entrando a la biblioteca, Remus alcanzó a ver una mesa y te sentó ahí sin dejar te besarte.

Se separaron para tomar aire, acarició tu mejilla.

-Perdón por...siempre...alejarte- dijo con dificultad ya que tu lo estabas volviendo a besar

-Ya no importa, solo promete que ahora me dirás que vas hacer, me gustas muchísimo y quiero saber muchas cosas de ti

-Y yo de ti hermosa, lo prometo, te raptaré para que siempre estés a mi lado.

Le sonreíste, te dio un último beso en la frente.

-Jamás pensé que vendrías a esta biblioteca prohibida

-Yo también, pero necesito un libro que hay aquí de pociones mágicas, el último examen será un ensayo y pues quiero una poción que sea de ayuda en algo.

-Sacarás 100, ya verás

-¿El tuyo de que es?

-Ensayo sobre campo protector

-Por dios, que genial.

-Venga, te ayudaré a buscar el libro.

Te bajaste de la mesa y empezaste a buscar el libro al igual que él. Pero sentiste como acariciaba tus brazos con delicadeza, el estaba detrás de ti, en tu espalda y tu estabas leyendo los libros

-¿Qué haces?

-¿Te he dicho lo hermosa que eres?

-Siempre que puedes Remus.

-No me cansaré de decirlo.

Sentiste los labios de Remus en tu cuello, te sorprendiste por eso ya que Remus era muy tímido para hacer esas cosas.
El puso sus manos en tu abdomen y te atrajo, sentiste su abdomen bajo en tu espalda y trasero

Te volteaste y le sonreíste, pusiste un libro en su rostro.

-Encontré el libro

-Muchas gracias, pero tenemos 6 horas solos, ¿porqué no te demuestro lo mucho que te amo y me encantas? Un ratito

Te miró con ternura, haciendo pucheros.

-Ahg, no puedo decirte que no.

El sonrió al instante, te cargó y se sentaron en un sofá que había por ahí.