● Harry Potter ●

James Potter ❤

(Le pondré Raven de nombre, sorry por si no les gusta)

"ʏᴏᴜ ᴀʀᴇ ᴡᴇɪʀᴅ, ɪ ʟᴏᴠᴇ ɪᴛ"

Una vez la chica de cabello castaño claro había sido humillada, otras personas sentirían vergüenza y empezarían a llorar. Bueno, ella no.

Raven tenía un carácter muy fuerte, además de que ya estaba acostumbrada, simplemente no le dio demasiada importancia, pero su paciencia se desvaneció cuando nombraron el nombre de su hermano.

—¡Cierra la maldita boca!

—¡Raven! A la dirección ahora mismo

La paciencia se fue al carajo, Raven se puso de pie y salió de la clase.

Aquel chico de ojos azules, volteó a ver con molestia a la chica que hizo que Raven perdiera la paciencia

—¿Qué? Es una perra loca, se lo merece.

—Porque sea más interesante que tú no significa que tengas que comportarte como una perra loca.

James se puso de pie, sus amigos lo miraron con sorpresa, mejor dicho todos los que estaban en el salón.

—Necesito ir con el director.

Raven se quedó de pie afuera de la oficina del director, con el ceño fruncido miraba el suelo mientras escuchaba, "boulevard of broken dreams" de Green Day.

Pero se percató de que alguien la miraba, levantó el rostro y se encontró con el chico más popular y deseable de toda la escuela. Volvió a bajar la cabeza pero sintió como le quitaban un audífono

—¿Boulevard of broken dreams? Gran canción

—¿La conoces?— James asintió con una sonrisa arrogante— pensé que los chicos populares solo escuchaban a Justin Bieber o Drake

—¡Ey! Ellos también son buenos, pero prefiero mil veces Green Day

—No dije que no fueran buenos— ella sonrió, por lo que James se puso rojo de las mejillas

—Es la primera vez que te veo sonreír.

—Bueno, siempre estás rodeada de muchas chicas y creyéndote lo más fantástico en la escuela, ¿porqué verías a una chica como yo?

James rió al escuchar lo que dijo ella, la miró con ternura por lo que ella se avergonzó.

—Eres rara

—Sí, ¿y?

—Me encanta.

Raven sonrió de lado y negó con la cabeza mientras veía el techo, volvió a mirarlo un poco más tranquila.

—¿Alguien te retó para que te acostaras conmigo?

—¿Qué? No, ¿acaso me ves cara de Sirius?