● Harry Potter ●

Remus Lupin 🔥

:) hola
—¿A dónde vas?

—Iré a la biblioteca a estudiar, estaré con Remus

—¿A está hora?, ya está cerrada, ¿no?— preguntó Sirius con los brazos cruzados

—Aún hay gente, además Dumbledore me deja estar en la biblioteca cuando yo quiera, es la ventaja de ser su favorita

—Hmmmm, bueno.

Tomaste tu mochila y saliste para dirigirte a la biblioteca.

[...]

Entraste a la biblioteca, habían como 5 personas aún, cruzaste varios pasillos para llegar hasta el último. Ahí estaba Remus, leyendo un libro, miraste la mesa que estaba hecha un desastre, habían hojas, plumas y más libros regados.

—Buenas noches

—Hola linda— saludó sin mirarte

—¿Si que estás preocupado por este último examen

—Bueno, ya es el último y nuestro último año también, conseguiré demasiado si supero mis calificaciones.

—Yo sé que lo harás

Te acercaste a él y lo abrazaste, pasaste tus manos por su pecho y sentiste como se puso tenso ante el contacto. Sonreíste por eso, le diste un beso en el cuello y te alejaste. Te sentaste en una silla, a su lado.
Sacaste algunos libros y empezaste a leerlos

Lo que no sabías es que Remus te miraba, miraba tus piernas, eso le gustaba mucho de ti. Además de que traías una falda un poco corta, el sonrió al pensar en lo que te haría al quitarte esa falda.

Miraste que sonrió, por lo que te sorprendió, te quitaste un zapato y empezaste a acariciar sus piernas. El se sorprendió por eso y tragó grueso, te miró y tu solo le sonreíste.

Se mordió los labios y puso su mano en tu pierna, apretandola un poco. Te sobresaltaste por eso y ocultaste tu rostro.
Pero empezó a subir su mano poco a poco, acariciando lo que restaba de tus piernas, con solo un dedo pudo sentir tu intimidad ya mojada

—Remus...

Te ignoró y metió un dedo dentro de ti, gemiste un poco pero pudiste tapar tu boca con tus manos. Lo miraste sorprendida, jamás pensaste que Remus sería tan así de atrevido, pero las personas pueden sorprenderte muchas veces.
Remus sacó su dedo y lo miró, lo metió a su boca y lo chupo

Tu te pusiste roja, más que un tómate y por segunda ves te tapaste el rostro para después ponerte de pie.

—¿A dónde vas, hermosa?

—I-Iré por un libro, a-ahora vuelvo.

Te fuiste por un pasillo un poco oscuro, empezaste a calmarte, sentías tus mejillas arder