● Harry Potter ●

three sinners?

[...]

Algunos dirían que el amor de tres no existe, bueno, en realidad cada quien sabe en qué creer y en qué no creer.
En ocasiones tu no podías responder a las muchas preguntas que te hacían las personas al saber que tenías de novios a Remus y a Sirius, algunas veces te hacían sentir mal y horrible, que eras una pecadora pero para tu fortuna, tenías a dos hombres que siempre estaban ahí para ti.

Remus era el tipo de novio que era serio y misterioso, pero eso no quería decir que no tenía su lado cursi y juguetón. El chico no se andaba con rodeos, siempre decía lo que le molestaba y era sincero y directo, se admiraba eso. Era una persona sumamente inteligente e independiente.

Por otro lado, Sirius era extrovertido, amaba meterse en problemas, llamar la atención y ser el centro de atención. Era un poco inseguro en algunos aspectos, mantenía el estatus del chico rudo y rebelde al que no le importaba nada más que en si mismo o en este caso, solo le importabas tú.

—De nuevo me miraron mal los vecinos.

—¿Y eso debe importarte?— preguntó Sirius sentándose a tu lado en sofá color beige que Remus había elegido.

—Bueno, no están acostumbrados a ver una chica con dos increíbles novios.

—Pues deben acostumbrarse y respetar lo que hagamos, son cerrados de mente y no deben importarles lo que hagamos.

—Y por eso debemos también respetarlos y acostumbrarte a que algunas personas te vean mal, ya habíamos hablado de ello.

Miraste a Remus con un poco de molestia, él estaba en la mesa checando algunos libros ya que se encontraba trabajando en algunos pendientes que tenía en su trabajo. En ningún momento volteó a verlos, es decir a ti y a Sirius

—¿Pasa algo, Remus?

—Déjalo, solo está estresado por el trabajo

—¿Remus?

—Lo que le dijo

Respondió sin mirarte, sentiste la mano de Sirius en tu pierna, le sonreíste.

—Ven, te daré un masaje.

Te sentaste entre las piernas de Sirius, tomó tus hombros y empezó a masajearlos, echaste la cabeza para atrás por lo bien que se sentía

—¿Se siente bien?

Preguntó dejando algunos besos en tu cuello, cerraste los ojos y sentiste como Sirius pasaba sus manos por debajo de tu playera para tocar tus pechos, gemiste al sentir como pellizcaba uno de tus pezones.

—¿Quieres más, bebé?

Asentiste y bajó sus manos para meterlas en tus short y acariciar tu intimidad aún con ropa interior, sin tardar más Sirius te acostó en el sofá boca arriba y se acostó entre tus piernas

Remus los miró y solo giró los ojos, Sirius te bajó los shorts y la ropa interior con rapidez y sin pensarlo besó tu entrada creando un escalofrío por todo tu cuerpo, gemiste alto.

—¿Vas a acompañarnos, o mejor me la llevo a la habitación y la follo solo?

—Me apetece para liberar mi estrés

Remus se puso de pie y empezó a desabrochar su cinturón para bajar su pantalón, Sirius hizo igual. Los dos te miraron con deseo

Sirius agachó su cabeza para seguir con el oral, gemiste al sentir su lengua pasar por toda tu entrada para después meterla y dejar chupones y hacer succiones. Si, se sentía el jodido paraíso si tenías que describirlo