𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Veintitrés 🐿️

Todo el mundo quiere atraparte

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La rubia llegó a la secundaria con su mochila en sus hombros, se ganó muchas miradas al ver que no venía con su novio como siempre.

Rodó los ojos y siguió hasta su salón, extrañaba ser la chica invisible, quería volver a ser un fantasma. Estar con Billy la había hecho una chica popular, al inicio estuvo bien ya que obtuvo esa atención que siempre había querido pero luego todo se volvió fastidioso y desesperante. Nunca podía caminar por la escuela si no iba con el castaño porque inmediatamente creaban rumores de que su relación había terminado.

Se encontró con su mejor amigo del gorro acomodando sus cosas en el casillero, se acercó hasta a él.

— Hola, Juggie. —saludó con una sonrisa recargada en su casillero.

Éste la miró serio. — Betty. —soltó.

A ella se le borró la sonrisa, miró un poco alrededor y se acercó más.

— ¿Podemos hablar de lo de hace un mes? Te has comportado diferente desde que me diste el regalo de navidad. —explicó en susurro, no quería que nadie escuchará.

— ¿Por qué susurras? —preguntó cerrando su casillero, se cruzó de brazos alzando las cejas.

— Creo que no te has dado cuenta que las personas nos observan. —indicó mirando de reojo a los estudiantes.

Jughead asintió, la tomó de la mano y se la llevó hasta el Azul Y Oro. — Bien, habla. —permitió recargado en el escritorio.

— Lo siento por lo que pasó, no sabía que eso podía afectar nuestra amistad, no quería. —se disculpó.

— No estoy enojado, Betty, pero tú me dijiste que me olvidara de ti, de lo que tuvimos. Estoy haciendo eso y seré tú mejor amigo. —recalcó las palabras.

— No lo estás haciendo, me evitas en todo momento.

El pelinegro soltó un resoplido. — Un mejor amigo no está en todo momento, Betty, también tiene su propio espacio.

— Los mejores amigos son para estar contigo, y si no quieres ser el mío. —se quitó su cadena del dragón y se la estendió. — No querré tu regalo de una amistad falsa.

Jughead la observó sorprendido, no quería que le regresara su collar. Era lo único que ambos tenían compartido. A parte no era de su amistad, se lo había obsequiado por el amor que le tenía.

— Betty, los regalos no se regresan. —soltó obvio cruzados de brazos.

— Yo quiero que nuestra amistad vuelva a hacer como antes, Jughead. —dijo en un suspiro, extrañaba la sensación de estar con él no importaba si era poco tiempo, un pequeño momento le era suficiente.

Jughead negó lentamente. — Nuestra amistad no será como antes hasta que termines con Billy. —avisó para salir del periódico.

En el recorrido que le tocaba para llegar a su clase todos lo miraban, se escuchaban los murmuros de las personas, al dar la vuelta en el pasillo se encontró con el castaño.