𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️Capitulo Treinta y Seis🐿️

Escuchas pasos cuando nadie viene

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Betty estaba sentada al frente del escritorio del director intentando no escucharlo.

— Esta actitud no es correcta, señorita Cooper. —comentó molesto.

— Tampoco es correcto murmurar en contra de los demás. —se defendió.

El director Weatherbee negó. — Me sorprendió su forma de actuar, y me decepcionó. Algo así no es buen visto para este instituto. —explicó. — Ocuparé hablar con sus padres, no puedo dejar pasar esta situación.

La rubia abrió los ojos. — ¿Disculpe? Es mi primera llamada de atención y ya quiere hablar con ellos. ¡Esas chicas me han ofendido! —exclamó furiosa.

— Usted fue quien inició la pelea, y para ser claro fue la única que atacó.

— Físicamente, ellas me atacaron verbalmente, ¡no es justo! —comentó.

— ¡Silencio! —alzó la voz. — Llamaré a sus padres en este mismo momento.

Betty se paró de su asiento. — Yo no tengo padres, esas personas que llama usted no son una figura paterna. —informó.

— Llamaré a sus padres. —decretó serio tomando el teléfono. La rubia bufó molesta.

Un tiempo después los tres Cooper se encontraban sentados en la oficina frente al director.

— ¿Para que es esta visita? —alzó las cejas Hal, el director suspiró.

— Me temo que tendré que expulsar a su hija de Riverdale High. —informó.

— ¡¿Qué?! —gritaron al mismo tiempo la familia.

La rubia se levantó de nuevo. — ¡No me puede expulsar a la primera vez que hago algo malo! —negó enojada.

— ¿Por qué mi hija será expulsada? —preguntó Alice molesta, miró mal a la rubia menor.

— Atacó a una estudiante a la hora del descanso, también al tratar de detenerla empujaba a los demás. —informó.

Hal miró mal a su hija, ésta no lo veía. No se iba a dejar intimidar como antes. Betty volteó a ver al director. — Fue lo único que hice, sólo ataqué a esa chica. ¡Que me insultó! —aclaró.

— No veo lo malo en eso. —asintió Alice apoyando a su hija, Betty le dió la razón a su madre. — Si esa chica la estaba insultando se lo merecía.

— ¡Exacto! —soltó Betty.

— Así no se resuelven los problemas, señora Cooper. A parte de atacar a esa chica, lastimó a otro estudiante. —informó. — Que según muchos afirmaron es su actual novio.

La rubia menor abrió los ojos. Se puso nerviosa, sin embargo, no se iba a dejar perder. — Sí, es mi novio por lo que tuve derecho a hacerlo. ¡Están apoyando a la culpable, yo soy la víctima aquí! —soltó.

— ¡Envió a la señorita Thompson al hospital! —recordó el director.

— Sólo le rompí la nariz y el labio, no es para tanto. —le restó importancia.