𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Setenta y Cinco 🐿️

Porque todavía estoy enamorado de ti

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Jughead estaba acostado en su cama mirando el techo, la rubia estaba dormida sobre él después de su largo día en el bosque.

Estaba pensando en todo lo que había sucedido en ese tiempo, en esos meses. Había querido asesinar a esa chica que tanto amaba en esos instantes, no lo logró cuando podía y la terminó convirtiendo en alguien peor a él. No quería eso, sólo quería ser normal con ella.

Betty estaba dormida plácidamente en su pecho, respirando tan suave que parecía ser su antigua rubia, su Betts que tanto anhelaba. Acarició su cabello mientras la recordaba, era tan tímida y nerviosa antes, al igual que demasiado miedosa y aterrada del mundo real.

Era perfecta para él, y arruinó eso.

Había creado una imitación mucho mejor que él, logró matar a un chica en poco tiempo sin tenerlo planeado, mató a otras tres personas en un mismo día y ahora, se quería encargar de matar al director de la secundaria junto al oficial que se encargaba de los casos de las desapariciones.

La quería de vuelta y no sabía cómo traerla, ¿qué se suponía que debía hacer?, ¿pedirle que ya no sea así? No funcionaría para nada, sólo pelearían otra vez como siempre.

¿Acaso era eso su relación?, ¿puros conflictos y problemas cada día que pasaran juntos?

Se sentía culpable de todo eso, si él no la hubiera conocido o introducido en su vida, nada de eso hubiese pasado. Pero ya era muy tarde, se volvieron pareja por medio de una infidelidad, en menos de una semana él le fue infiel a ella haciéndola en una chica cualquiera con los demás. Ahora habían regresado, después de que ella se acostara con muchos chicos que no le caían para nada bien.

¿Qué pasaría si nunca le hubiese aceptado su petición?, ¿si nunca la hubiera invitado a comer?, ¿si nunca se hubiera detenido cuando la escuchó llorar en el pasillo?
¿Sería diferente todo?, ¿serían esa pareja peligrosa que eran?

¿Acaso la vida de ella sería mejor?
¿Hubiera sido diferente de no haberlo conocido?

¿Se hubieran enamorado? Para nada.

Muchas preguntas rodaban por su cabeza, todas siempre llegaban a una respuesta en particular. Lo de ellos no era correcto, ella no era así.

Pero tendría que dejar todo en claridad para la mañana, seguramente sólo estaba en un momento emocional y al siguiente día se le quitaría de la cabeza.

La noche pasó demasiado rápido, pareciera como si apenas hubiera caído en sueño ya hubiera amanecido, ambos despertaron por la incomodidad en sus ojos debido a la luz.

Betty miró el rostro de su novio. — Buen día. —saludó con una sonrisa, soltando un bostezo.

— Buen día. —regresó aún con una sonrisa, la rubia se acercó para darle un casto beso en los labios.

— ¿Quieres desayunar? —preguntó.

— Esa pregunta ofende. —bromeó, Betty rió para bajarse de la cama e ir a preparar el desayuno.