𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Ochenta 🐿️

Porque estoy tan enamorado de ti

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— Betts. —llamó el pelinegro cuando amaneció. Ésta se removió incómoda para taparse la cara con la almohada. El rió un poco. — Amor despierta.

— En el nombre de Lucifer, déjame dormir. —gruñó debajo de la almohada, Jughead abrió la boca indignado.

— Es no es la manera de hablarle a tu novio que te ama mucho. —negó.

— Sí ajá. —comentó sin tomarle importancia, sólo quería dormir un rato más, todos querrían dormir más.

Jughead la movió con la mano, la rubia se destapó ya harta.

— Estoy despierta. —soltó mirando al techo.

Éste sonrió. — Si lo estás, y pasaremos este día juntos. —avisó.

— Quiero comer. —comentó sentándose en la cama, al igual que su novio quien arqueó una ceja. — ¿Me haces el desayuno? —pidió con un tierno puchero en sus labios.

— Claro que sí, amor. —asintió despeinado su cabello para después bajar de la cama e ir al baño para lavarse la cara.

Betty se dejó caer de nuevo para dormir un poco más mientras que él le preparaba de comer.

Parecían felices el uno con el otro, y así era, eran felices.

Pero también estaban siendo hipócritas con el otro, Betty fingía estar bien con él, que no tenía nada de malo. Aunque en realidad estaba guardando un terrible secreto dentro de sí, al cual temía. Por otro lado, Jughead decía que quería pasar más tiempo con ella porque hace tiempo no lo hacían, pero en realidad lo hacía para pasar unos últimos momentos con ella, porque ya no la quería junto a él, sólo estaba pasando ese tiempo para sentirse bien por última vez y después sin más, romperle el corazón.

La rubia bajó a desayunar después de un rato. — ¿Qué me preparaste? —preguntó mientras se sentaba.

Jughead se dio una vuelta con una sonrisa para dejar una pizza sobre la mesa. — Per te, amore mio. —soltó.

— ¿Pizza? —alzó una ceja.

— Es lo que mejor sé hacer. —confesó sentándose. — Sirvo para comer, no para cocinar. —recordó para empezar a cortar las rebanadas.

Al terminar de hacerlo le pasó una al plato de Betty.

— ¿Y tu padre? —preguntó ésta volteando alrededor.

— Él... Se va temprano al trabajo. —informó con la pizza en su mano. — Ya te he dicho que nunca se la pasa aquí.

— Deberías de hablar con él. —sugirió antes de comenzar a comer. Jughead frunció el ceño confundido. — De verdad quiere volver a ser un padre para ti, Jug...

Éste se dejó caer sobre el asiento soltando un bufido. — Sé que lo intenta, pero no puede esperar a que lo perdone si nunca se la pasa en casa.

— Trabaja para mantenerte, Jug. —recordó sería. — Al menos deberías desayunar cada mañana con él.

Jughead suspiró. — No lo sé, él arruinó a nuestra familia. Engañó a mi madre, por su culpa mataron a mis... —se paró al sentir un nudo en la garganta, no quería decirlo. — Sólo no quiero perdonar al hombre que alguna vez lastimó a la mujer que "amaba". —confesó haciendo comillas. — No merece mi perdón, le rompió el corazón... Su hijo lo quería ahora sólo puedo odiarlo.