𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Diecinueve 🐿️

¿Me amarías más?

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La rubia se paró de puntillas para poder besar mejor al castaño, el bajó sus manos a su cintura mientras que ella colgaba de su cuello. Era un lindo momento para ellos dos, pero para el pelinegro no. Éste veía la escena detrás de un árbol con los puños cerrados por el enojo, quería ir para golpear en la cara a Billy pero eso era una pésima idea.

No entendía porqué seguía sintiendo eso, se supone que sólo eran amigos. Suspiró recordando, ya no lo eran, si estaban cercas de ser algo más lo había arruinado.

Apretó los ojos intentando que las lágrimas no salieran, sin duda estaba sintiendo algo por la rubia. Y no le gustaba ese sentimiento.

Los chicos se separaron, en cada uno se le notaba el brillo en sus ojos, la rubia se apartó nerviosa.

— ¿Esto qué significa? —preguntó dándose la vuelta.

— No lo sé. —negó Billy con tristeza en su mirada mientras se acercaba.

Ella lo detuvo con la mano. — Creo que necesitamos estar un tiempo a solas, para pensarlo bien.

— Creo que no me expliqué, Betty. —soltó el castaño. — Yo si sé lo que quiero pero tú me dijiste que estabas confundida. No creo que estés enamorada de mi. —explicó tomándola de la mano.

Betty negó repetidas veces. — ¿Qué? No, yo estoy segura de que me gustas, te amo. —confesó.

— Amar es una palabra muy fuerte.

— Tienes que creerme, sólo ocupamos pensarlo, para saber qué va a suceder. —arregló tomándolo de las mejillas suplicante.

Él negó. — No estás segura, Betty. —informó en un suspiro. — Si lo estuvieras no necesitarías pensar, te gusta alguien más además de mi.

Billy se dió la vuelta para regresar a la fiesta, dejando a la rubia con lágrimas en los ojos mientras lo veía marcharse.

Unos segundos después salió Jughead de su escondite. — Ahí estás, Betts.

Ella se asustó, pensó que ya había llegado su hora.

— ¿Oíste la conversación?

— ¿Qué conversación? —preguntó haciéndose el desentendido.

Betty negó. — No mientas, lo hiciste. Ahora estás aquí para asesinarme.

El pelinegro sacó su cuchillo de sus pantalones.

— ¿Puedo decir algo antes de morir? —pidió intentando no romper en llanto.

— No. —acortó, Betty asintió tristemente. — No vas a morir. —avisó.

La chica elevó la vista confundida, ¿Sería de nuevo otra conversación íntima y sentimental?

— No entiendo.

— No te voy a matar, Betty Cooper. —afirmó avanzando hasta esta dejando caer el cuchillo. Ella abrió la boca sorprendida. — No puedo hacerlo. —admitió estando cerca de su rostro.