𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Treinta y Nueve 🐿️

Sabes que eres tu propio asesino

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Jughead sonrió mientras la apegaba más a él.

— ¿Qué dices? —preguntó Evelyn mirando sus labios.

— Aunque me tientes demasiado, Evelyn, ya tengo novia. —recordó.

Ella rodó los ojos. — ¿Pero quién tuvo sexo contigo primero? —él fingió pensar, la pelirroja le dió un pequeño golpe.

— Fuiste tú. —soltó riendo.

— Y quiero terminar esto de la manera correcta. —sonrió. — Además me enteré de que ella puede tener sexo contigo cuando quiera.

Él negó. — Si hoy quería no se lo iba a dar. Me golpeó en los bajos. —soltó haciendo una mueca.

— Por eso ocupas esta noche de mi ayuda, podremos acabar con esto de una vez por todas. —alzó las cejas.

Jughead sonrió, dió la vuelta con ella para lanzarla sobre su cama. Después se colocó sobre ella para empezar a besarla salvajemente en los labios.

Mientras tanto con Betty íbamos demasiado diferente. Ella había vuelto al bosque, específicamente a la parte que el pelinegro le había enseñado. Le encantaba esa parte.

Caminó para posicionarse a la luz de la luna. — Puedes salir Elizabeth. —avisó, dió la vuelta para verla parada. Sonrió con malicia. — Hola pequeña Elizabeth Cooper, o debería ser sólo Elizabeth ahora. —fingió duda.

— ¿Qué hiciste? Casi me muero. —recordó molesta caminando hacia ella.

La segunda rubia la paró. — No, no. Fue una regeneración, era para liberar nuestra alma atrapada en el cuerpo débil. Ahora somos fuertes. —avisó, la miró de arriba hacía abajo con una mueca. — O al menos yo.

— Quieres dominarme. —soltó aterrada Betty. — Pero no eres real, eres sólo una ilusión. —negó.

Elizabeth soltó una carcajada. — A ver, Betty, ¿cuándo vas a comprender que soy tan real como pienses? Debería ser yo la que piense que eres una ilusión, ambas sabemos que yo soy la verdadera Elizabeth Cooper. —sonrió.

— No es verdad. —negó sin creer.

— Descuida, aún seguiré hablando contigo por lástima. A parte sólo seré más fuerte que tú, no cambiaré nada.

— Ve al río. —ordenó Betty, la otra negó riendo.

Se acercó más a ella. — Sé lo que tramas pequeña, Betty, no me iré tan fácil y haré lo que sea para mantener el control de nosotras. Tú vas a desaparecer, juntos Jughead y yo seremos imparables.

La primera rubia soltó un bufido lleno de odio, apretó con fuerza sus puños.

— Sólo acepta que yo soy la verdadera Betty Cooper, no tienes nada que hacer ahora. Pero para que veas que soy buena te dejaré un día más. —avisó.

Se acercó al río para dejarse caer dentro nuevamente. Segundos después Betty salió intentando recuperar su aire. Miró el reflejo de ella misma en el agua.