𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Cuarenta 🐿️

Es tu espalda la que has estado apuñalando

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La rubia llegó a la casa de los Jones hecha en un mal de lágrimas.

— ¡Betty!  trató de llamarla Jughead pero ésta no se detuvo.

Subió hasta la habitación del chico para tomar sus cosas, el pelinegro llegó después con los ojos cristalizados. — Betty, por favor escúchame. —pidió acercándose a ella.

Esta se giró molesta. — ¡No te voy a escuchar!, ¡vete de aquí! —lo golpeó en el pecho.

— Escúchame por favor. —pidió aguantando los golpes.

La chica negó y siguió tomando las cosas para ponerlas en su mochila. No se quedaría más ahí, ni entendía porqué estaba ahí cuando ya había decidido seguir sola con su vivienda.

— Por favor... —pidió tomándola de la mano, ella miró sus manos juntas.

El chico había recibido la cachetada de su amiga.

— ¡¿Qué es lo que te sucede?! —preguntó histérica, los que estaban en el salón giraron para ver el show.

— No se lo quiero decir. —admitió con su mano en la mejilla.

Ella negó. — Se lo tienes que decir, Jughead, es mi mejor amiga y es TÚ novia. —recalcó molesta.

— Quiero que me ayudes con esto, no se lo cuentes por favor. —pidió.

— Uy, ¿qué pasa aquí? —se involucró el pelirrojo que el grupo de amigos odiaba. — Hay un chisme.

— Vete, Andrews. —soltó con odio Verónica, lo miró como si lo quisiera asesinar miles de veces.

Archie rodó los ojos. — Hiciste algo malo, Jones, y voy a descubrirlo. —juró.

El chico se fue, la morocha volvió a ver a su amigo. — No puedo, Jughead, Betty es mi mejor amiga. —se negó.

— Pero si le dices seguramente la perderé. —comentó desanimado y con miedo de que eso pasara.

— Debiste pensarlo mejor antes de besarte con Evelyn.

Betty separó su mano con brusquedad, no quería tocarlo. Ya no podía más.

— No hay explicaciones, Jughead. —negó la rubia mientras se metía al baño por más de sus pertenencias.

— Betty. —iba a entrar pero ésta le cerró la puerta en la cara.

— No, ve y mete tu pene entre las piernas de esa pelirroja. —soltó con odio, aunque con un nudo en la garganta. Quería morirse ahora.

Ya era la hora de la salida, el chico del gorro seguía platicando recargando en los casilleros con sus amigos. Verónica trataba de guardarse el secreto.

Jughead esperaba a que la rubia llegara con su moto, no quería contarle la verdad, quería seguir con ella.

Muchos de los estudiantes también seguían en la secundaria, era común quedarse a conversar con los amigos. De pronto Evelyn se acerca al pelinegro. — Me encantó el sexo de anoche, Jughead. —comentó con una sonrisa malévola.