🐿 Capítulo Cincuenta y Cuatro 🐿

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Hasta que me odies
Y te voy a mostrar

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Betty despertó, ya era sábado. Y ella sabía que le tocaba trabajar hasta tarde ese día. De las ocho de la mañana hasta las once de la noche.

Entró a su baño para tomar una ducha antes de irse a trabajar. Cuando terminó bajó a desayunar, las chicas se encontraban en el comedor.

— Buenos días, Cooper. —saludó Toni con una sonrisa.

— Hola, Toni. —se sentó la rubia con una sonrisa. — Cheryl. —soltó.

La pelirroja fingió una sonrisa. — Betty, buen día. —saludó.

— ¿Van a ir al bar? —preguntó llevándose un pedazo de su comida a la boca.

La morena asintió. — Claro que sí, puede que ya no sea Serpiente pero aún así seguiré estando con ellos.

— Bien. —asintió conformada. — Cher, ¿irás, verdad? —llamó.

— Podré conocer a ese famoso Sweet Pea nombre raro, así que sí. —aseguró mirando a su novia.

Ésta rodó los ojos burlona.

— Por cierto, invité a unos amigos por lo que tal vez los vean. —avisó.

— Esto es un asco. —murmuró Cheryl con una mueca. Se paró de su asiento. — Iré al jardín, no me molesten.

Trás eso se fue, cruzó por la puerta que la llevaba a donde iba.

Toni y Betty cruzaron miradas. — Hoy anda extraña. —soltó la morena.

— Me preguntó porqué. —comentó la rubia. Miró la hora. — Mierda, se me hace tarde. —comió más rápido su comida para irse a lavar los dientes, al bajar de nuevo cruzó corriendo. — Bye.

— ¡Te veo en la noche! —le gritó Toni antes de que saliera por la puerta.

Betty se apresuró en correr lo más rápido que pudo hasta la casa de su novio. Tal vez podría convencerlo de llevarlo hasta el bar.

Llegó cansada, se apresuró a trepar hasta su habitación y tocó repetidas veces la ventana. Jughead se despertó confundido, se giró para ver a la rubia desesperada.

Se apresuró en abrir. — ¿Betty?

— ¿Me puedes llevar al trabajo? —le suplicó con sus manos juntas. — Se me hizo tarde y si no llego me van a descontar de mi paga. —explicó rápidamente, Jughead asintió para irse a poner unos pantalones diferentes y su chaqueta. Tomó las llaves de la moto para bajar por la ventana junto a su novia.

Y después de unos minutos llegaron hasta el lado Sur, Betty se bajó de la moto y lo miró. — Gracias. —soltó.

— Quiero mi paga. —exigió. La rubia lo miró mal. — Puedes pagarme con un beso en la mejilla. —permitió con algo de miedo.

— Bien. —aceptó ella, se acercó para darle un beso en donde dijo. — Te veo luego. —comentó al separarse.

— Adiós. —se despidió Jughead para manejar de vuelta.

𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐚𝐊𝐞𝐚𝐧𝐞 𝐅𝐚𝐫 𝐘𝐚𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora