𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Diez 🐿️

Me presento en su puerta para mirarla a los ojos.

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Las chicas estaban comiendo sus perros calientes en una de las mesas de la cafetería.

— Son deliciosos. —comentó Betty para después morder su comida.

— Esto deberíamos de comer siempre. —soltó Verónica apuntando el pan con la salchicha. — No tener que comer sano para tener un buen cuerpo. Es algo superficial la apariencia.

La rubia asintió en acuerdo, aunque tuviera miedo se sentía segura con la morena, ésta siempre la protegería pero tenía miedo si Jughead le hiciera algo. Se sentiría muy culpable de eso y no lo quería.

— ¿Qué piensas de Jughead? —preguntó la rubia jugando con sus dedos.

Verónica soltó su perro caliente. — ¡No, Betty, no! —gritó, la de los ojos verdes se quedó con confusión. — No me digas que te enamoraste de Jughead. —pidió.

— ¡Claro que no! —chilló Betty como si fuera de lo peor.

— Que bueno, porque ya había preparado todo para la fiesta para que estuvieras con Billy. No podía permitir que te enamoraras de otro chico para no tomar en cuenta todo mi esfuerzo.

La rubia rió un poco negando. — Te juro que no me gusta Jughead, de hecho nos peleamos. —contó.

— B, eso es terrible. —dijo Verónica con tristeza.

— ¿B? —alzó la ceja divertida.

— De V y B. —explicó la morena como si fuera obvio.

— Me gusta.

— Lo sé.

Betty la miró. —Nuestro apodo, no Jughead. —recalcó.

Verónica asintió. — Si entendí, te gusta Billy no Torombolo. —la rubia asintió y mordió su comida. — Aunque tengo que admitir que es algo atractivo para mí gusto. —confesó, su amiga se empezó atragantar con su comida. — ¡Dios santo, B!

Ésta la calmó con su mano.

— Estoy bien. —aseguró, recuperó el aliento y la vió dudosa. — ¿En serio te parece atractivo Jughead?

— Descuida no te lo voy a quitar.

A Betty se le formó una mueca. — No lo necesito y no lo quiero. —comentó.

— Quisiera saber qué fue exactamente lo que pasó, salieron bien ayer.

— Fue algo del camino. —explicó Betty sin tomarle importancia.

El timbre de la escuela sonó, indicando que era tiempo de entrar a clases. Ambas de fueron a las suyas y las horas pasaron rápido.

La última clase llegó y finalmente salieron los estudiantes de la secundaria, tendrían dos días de descanso.

Betty salió de la escuela, iba caminando con sus auriculares puestos escuchando su canción favorita. Pero se le notaba que estaba nerviosa y con miedo, si se encontraba con Jughead no dudaría que le daría un infarto y moriría antes de que el quisiese.

Llegó hasta su casa a salvo, cerró la puerta por detrás y al darse la vuelta para subir las escaleras su madre la llamó. — ¿Dónde estuviste? —preguntó desde el sofá.

Betty volteó. — En la escuela, me quedé unos minutos más por un trabajo. —informó desde donde estaba.

— Tu padre no quiere que te la pases en la calle. —avisó Alice mirando la chimenea con atención.