𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Cuarenta y Tres 🐿️

Deberías haberlo sabido mejor

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Ya había pasado casi un mes desde que los chicos no se juntaban, Betty aún seguía hablando con Billy y se la pasaba con Choni. No tenía en mente volver a hablarle a sus "amigos".

Jughead estaba aún quebrado, se mantuvo como a sus inicios del año escolar. Sólo en una mesa sin nadie con quien hablar, los únicos amigos que tenía estaban aún molestos con él por su infidelidad.

Por otra parte; Verónica trataba de volver a ser amiga de la rubia, pero siempre ésta la evitaba. No leía sus mensajes o la dejaba en visto. Tampoco le contestaba las llamadas.

Cheryl trataba de convencer al director que dejara regresar a la rubia de nuevo, diciéndole que no volvería a pasar pero siempre se negaba. Mientras que Toni investigaba en qué otras secundarias podría ingresarla. La pelirroja no se rendía, ella quería que su amiga pudiera ser como antes y estar con sus amigos. Pero si no pasaba tiempo con ellos, no se podría.

Billy se había hecho nuevamente un amigo cercano de la rubia, dejando sus sentimientos por un lado y sólo ayudándola con su vida. Había mejorado un poco al ser expulsada ya que no habían más chismes de ella.

Choni había llegado a la casa después de un largo día escolar.b— ¡Betty ya llegamos! —avisó Cheryl pasando.

— ¿Dónde está? —preguntó Toni al no verla por ninguna parte.

— Seguramente en su habitación, ya sabes que se la pasa haciendo cosas raras ahí. —se encogió de hombros restándole importancia.

La morena asintió.

No se equivocaba la pelirroja, ya que la chica se encontraba en su habitación con la luz apagada, sólo su computador era lo único que la alumbraba.

— Eres muy bella. —comentó un chico de internet, estaba en una llamada con un desconocido.

— Mhm. —soltó Betty mordiéndome el labio. — Tú eres muy atractivo. —le regresó el halago.

— Quisiera que estuvieras junto a mi en este momento.

La rubia asintió. — También yo, tengo una lencería negra que me gustaría que vieras, para saber cómo me veo. — +sonrió esperando a que cayera ante la tentación.

— Seré un jurado completo para ti. Muéstrame qué tienes —pidió.

— ¿Quieres que te vaya mostrando cómo me visto o prefieres sorprenderte? —alzó las cejas juguetona. En estar soltera finalmente le permitía conocer a otros chicos, tomó el consejo de su amiga para conocer a alguien. Aunque no necesitara de eso.

— Me gustaría ver...

Ella sonrió mientras negaba. — Es mejor sorprender. —aseguró.

— Sorprendeme.

Fueron pocos los minutos que tardó la rubia en cambiarse a una lencería negra, una sexy con encaje. Se puso de pie frente a la pantalla. — ¿Te gusta como me veo? —alzó la ceja.

— Me encanta. —confesó mordiéndose el labio. — ¿Tú quieres verme a mi de otra forma?

— Muéstrame qué tienes. —asintió.