🐿️ Capítulo Treinta y Cinco 🐿️

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Ver señalando los dedos

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Los tres llegaron a la escuela juntos, habían caminando desde la casa del castaño hasta esta. Muchos estudiantes se quedaron viéndolos.

Verónica se acercó a la rubia. — Me agrada esta parte de ti. —comentó.

— ¿Qué parte? —preguntó confundida.

— Tu parte valiente, la que viene a la secundaria de Riverdale sin importar lo que opinen los demás al ver que llegas a lado de tu novio. —miró al castaño que estaba con ellos. — Y tu ex-novio. No cualquiera asistiría.

Jughead cruzó su brazo por el cuello de su novia. — Pero el ex ya no importa, ahora solamente somos Betty y yo. Nadie más. —recalcó satisfecho.

Billy rodó los ojos.

— No tienes que restregarme en la cara que ahora ustedes son los novios. —contestó de brazos cruzados.

El del gorro se hizo el inocente. — No te lo estoy restregando, solamente lo estoy aclarando. —asintió sonriente.

Betty se apartó de Jughead, éste la miró confundido. — Basta Jug, es muy claro que intentas poner celoso a Billy. —soltó seria.

— Sólo estoy jugando. —se justificó.

— No me gusta ese tipo de juego, ahora entremos. —ordenó caminando a un lado de la morocha.

Jughead miró mal al chico. — Tenías que ser un chillón. —gruñó.

— Te dije que no te hicieras el chistoso, acabarás arruinando tu relación. —advirtió para caminar a las puertas de la escuela.

El pelinegro bufó molesto.

Las primeras clases pasaron, los chicos salieron y como siempre lo hacían, se reunían en la sala de descanso de la escuela.

Las mejores amigas estaban riendo cuando sus novios llegaron.

— ¿De qué se ríen? —preguntó Jughead sentándose a una lado de la rubia.

Betty le restó importancia con las manos. — Algo de chicas. —contestó.

Al pelinegro se le formó una mueca. — Bien, no quiero saber sus cosas de chicas.

— Sí, yo tampoco. —concordó Reggie, se acercó a la morocha para darle un casto beso en los labios.

— No les íbamos a decir. —molestó Verónica, la rubia rió junto a ella mientras que los chicos las miraban mal.

Betty se giró a ver al del gorro. — He estado pensando todo este día. —confesó. — Aunque dijiste que los regalos no se regresan. Creo que te tengo que regresar el dragón. —supuso, Jughead se sorprendió.

— ¿Por qué?

— Dijiste que era un dragón de nuestra amistad, pero pues ahora somos pareja. —explicó con una sonrisa, se mordió el labio esperando una respuesta positiva.

𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora