𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Sesenta y Tres 🐿️

Y no hay nada más que yo en eso

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— Ya que estás soltera... ¿Qué te parecería disfrutar un rato? —alzó las cejas coquetamente.

Betty negó. — Aún estoy molesta contigo por subir ese vídeo de mi. —se cruzó de brazos dándose la vuelta.

— ¿Hay algo para que me perdones? —la rubia sonrió con malicia para darse la vuelta, le acarició el abdomen con la punta de su uña.

— Puede que si... Podrías eliminar ese vídeo. Pero no hoy, ¿qué te parece el miércoles? —preguntó.

Chuck frunció el ceño. — ¿Por qué ese día?

— Ya habrá pasado una semana para eso, además quisiera celebrarlo. —insinuó a unos centímetros de sus labios. — ¿Qué dices?

Éste sonrió. — Claro que sí. —aceptó para acercarse más a ella, Betty se alejó de él con una sonrisa.

— Espera unos días, Chuck. —indicó para salir por la puerta.

Unos minutos después ambos se encontraban entrando al salón de nuevo, Jughead estaba cruzado de brazos en su asiento, la rubia lo ignoró al pasar.  Se fue a sentar junto al moreno a la parte de atrás.

Archie le tocó el hombro al pelinegro, éste volteó. — Que bueno que terminaron, ella es una perra total. —comentó, Jughead asintió en acuerdo.

— Se ha acostado con cientos de chicos seguramente. —supuso. — Las Serpientes, posiblemente mis amigos, incluyendo a Verónica. —añadió, el pelirrojo asintió sin tomarle mucha importancia. — Pero lo peor fue de que se acostó con Billy, mi peor enemigo. —contó enojado.

— No entiendo qué le ve a ella, ni siquiera es tan atractiva. —comentó.

— Es una zorra, con tal de que se quite la blusa en frente de las personas ya lo tiene entre sus piernas. —le restó importancia. — Seguramente él cayó así de fácil. —indicó.

— No creo que cayera tan fácil. —supuso Archie, Jughead lo miró con las cejas alzadas. — Él no es... —pensó unos momentos recordando. — Olvídalo. —pidió.

El ojiazul observó a la rubia. — Sólo observa, en poco tiempo, Chuck Clayton será otra presa para ella. —avisó. El pelirrojo pasó saliva.

[Cuatro días después...]

El moreno abrió los ojos, su vista se veía nublada y tenía un fuerte dolor de cabeza. Intentó moverse pero algo lo tenía sujetado de la muñeca.

Miró a un lado, observó que estaba esposado al jacuzzi. Se alteró unos momentos pero luego recordó que estaba con la rubia y seguramente sería uno de sus juegos.

— Nena, ¿dónde estás? —habló buscando alrededor, empezó a sentir el agua más caliente.

La chica apareció aún vestida de negro, tenía una resplandeciente sonrisa sobre sus labios. Y un cuchillo demasiado filoso en su mano. — Hey, Chuck. —saludó.

Éste volteó a verla. —¿Betty? —preguntó sin poderla observar claramente. — ¿Por qué no estás aquí conmigo?

— Estaré en unos momentos. —avisó, caminó hasta llegar a la orilla del jacuzzi. — ¿Cómo estás?