𝗖𝗮𝗜𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗌 𝟲

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¿Me tomarías de las manos?

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Jughead iba caminando a paso rápido siguiendo a Betty.

— ¡Betty, espera! —pidió mientras trataba de alcanzarla.

— ¡No! —soltó sin detenerse, algunas lágrimas caían por sus mejillas.

Él corrió unos cuantos metros hasta que por fin logró alcanzarla.

— ¿Por qué estás así? —preguntó dándole la vuelta para que lo pudiera ver, y él a ella. La rubia negó con la cabeza abajo dando a indicar que no le quería responder. — ¡Responde la pregunta! —ordenó en un grito, ella lloró aún más. — ¡Respóndeme, Betty!

— ¡Porque no me defendiste! —respondió viéndolo con sus ojos rojos, se alejó de él. — ¡Dices ser mi amigo pero no me defiendes!, ¡lo único que hiciste fue enfrentarte cuando te dijo algo a ti! —soltó con enojo. — Me alejaste de Billy y esto fue lo que pasó. No me quieres cercas de él pero no haces algo para que decida quedarme a tu lado.

— ¡¿Qué querías que hiciera?!, ¡nunca he defendido a ninguna chica! —se justificó acercándose un poco a ella.

Betty retrocedió sin querer estar cercas de él. — Te equivocas, nunca has defendido a nadie, porque nadie en la vida te importa. —comentó diciendo lo que pensaba.

— Tú no sabes eso. —dijo aguantando su furia dentro, tensando la mandíbula, no quería explotar.

La rubia negó. — Claro que lo sé, con lo que me has dicho es suficiente. Nadie te ha importado y nadie lo hará porque no tienes sentimientos, no quieres a nadie. —soltó con crueldad.

— Cállate, tú no sabes lo que siento.

— No sientes nada y nunca lo harás. —indicó sin mostrar pena o remordimiento, estaba enojada con él, con la vida. Ya estaba harta de ser esa chica que fingía ser feliz cuando en realidad sufría.

— ¡No lo hago porque las únicas personas que amaba están muertas! —confesó explotando de la furia, dejando a Betty callada y sintiéndose culpable por la confesión. — ¡Así que no tienes el derecho de decir eso!

Ella asintió un poco asustada, en un rápido pensamiento decidió irse. Caminó por un lado de él para regresar por su mochila pero éste la tomó del brazo con algo de fuerza.

— ¿Qué haces? —preguntó tratando de liberarse pero le apretó más haciéndola sentir más dolor. — Basta me lastimas. —pidió.

— Si vuelves a decir algo como eso no te lo voy a perdonar. —advirtió en susurro en su oído, luego soltó su brazo con brusquedad.

La dejó ir, indicándole con la cabeza que podía. Ella aún con su dolor caminó en busca de su mochila, al llegar la vió en la tierra, con algo de hojas secas encima. La agarró y la sacudió un poco para limpiarla, miró al piso al notar algo brillante, se agachó para recoger el objeto y negando confundida lo tomó con una mano.

Se quedó observándolo por unos momentos hasta que llegó Jughead detrás de ella.

— ¿Qué pasó? —preguntó desinteresado tomando su mochila.

𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐚𝐊𝐞𝐚𝐧𝐞 𝐅𝐚𝐫 𝐘𝐚𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora