𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Sesenta y Cuatro 🐿️

Si es tuyo cuando lo quieras

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La castaña llegó a su casa, su amiga se la había pedido el día anterior porque quería tomar un baño en el jacuzzi con un chico. Eso fue lo que le dijo, y era cierto.

Abrió la puerta de ésta, cuando entró todo se veía limpio, como si nada hubiera pasado en el tiempo que se fue. Se dirigió adentro de la casa, en esos momentos sólo estaba en el jardín o pateo de ésta.

Entró para entender la luz. — ¿Betty ya te fuiste? —alzó la voz, al no obtener respuesta pensó que sí fue así.

Se encogió de hombros para subir a su habitación, había pasado todo el día de paseo con otras amigas. Cuando entró al cuarto lanzó su bolso a su cama, estaba tan cansada que no tenía ganas de nada.

— 'Cause I'm so in love with you. —cantó una parte de una de las canciones que tanto le gustaba mientras se acercaba a su armario.

Al abrirlo el cadáver del moreno cayó en sus pies.

Soltó un grito desgarrador, estaba aterrada. Sus ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente, mientras retrocedía para tomar su bolso y buscar su celular. — Vamos, vamos. —pidió con sus manos temblando y llorando. Al tomarlo las luces de la casa se apagaron asustandola más. — ¡¿Quién anda ahí?! —gritó subiéndose a la cama aterrada.

No se veía nada además de la luz de la luna que entraba por la ventana, eran como sombras. Del baño salió el pelinegro con el cuchillo en su mano.

— Por favor, déjame. —suplicó Angie por su vida, no lograba observar a la persona por la oscuridad y porque sus lágrimas le hicieron borrosa la vista.

— Oh vamos, Angie, apenas comenzamos a divertirnos. —fingió tristeza Jughead, la castaña lloró más.

Al chico no le gustó que siguiera llorando, por Dios. Era tan fastidioso que lo hiciera, sólo se iba a morir de una forma dolorosa y violenta.

— Ven. —ordenó Jughead, la chica negó para bajarse de la cama y huir a fuera de la habitación, éste rodó los ojos para comenzar a perseguirá. Angie bajó rápidamente las escaleras para dirigirse a la sala donde se escondió detrás de un sofá.

Comenzó a marcar un número de teléfono con nervios.

— Oh, Angie... —llamó el pelinegro buscándola por la planta baja.

Ésta se tapó la boca para evitar su fuerte llanto, siguió intentando marcar el número. Cuando por fin iba a terminar de poner todos los dígitos, un cuchillo se enterró en su espalda.

Soltó el teléfono al sentir el arma, se giró con miedo y dolor para lograr mirar la silueta de una chica, su amiga rubia. — ¿Betty? —preguntó antes de caer de espaldas e incrustarse más el cuchillo en ésta.

— Eso es por mirar a mi novio hace dos meses. —soltó con una sonrisa.

Jughead llegó a un lado de su malévola y demente chica. — ¿Siguiente paso? —alzó la ceja aunque no lo pudiera ver.

— Será mejor que nos apresuremos. —sugirió Betty para levantarse del suelo y comenzar a arrastrar a la chica, la cual aún seguía respirando y sufriendo demasiado.