𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Ochenta y Uno 🐿️

Estoy en un teléfono público tratando de llamar a casa
Todo mi cambio lo gasté en ti

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Las chicas se encontraban saliendo de la escuela, era su último día y en dos días celebrarían su graduación y el baile. Lo habían hecho así por protección ante los alumnos.

— ¡Hemos salido, TT! —exclamó Cheryl irradiando de felicidad.

Toni asintió con una sonrisa. — Lo sé, Cher, lo hemos logrado. —entrelazó su mano con la de la pelirroja. Ambas se miraron a los rostros con una sonrisa.

Los chicos se acercaron a ella, pero Reggie tenía una mueca en su rostro de disgusto. — Por favor, ustedes siempre se miran con amor. —se quejó señalando a ambas. — Nadie puede amarse tanto. —soltó.

— Es verdad. —concordó Verónica con su novio, él le dió la razón. — A veces Reggie es un idiota y puedo dejar de amarlo para odiarlo por un tiempo. —comentó con una sonrisa.

— ¡Hey! —se cruzó de brazos ofendido.

Betty soltó una risa. — Pero ellas son tiernas mostrando su amor. —asintió mirando a sus amigas.

— Oh vamos, sólo se miran a las caras y... ¿Se supone que ya estén enamoradas eternamente? —alzó la ceja Jughead sin creerlo.

— Obvio. —soltó Betty con una sonrisa de superioridad.

— Eso es una completa mentira. —retó Reggie sin tampoco creer, tomó las manos de su amigo del gorro para mirarlo al rostro. — Oh Jughead, hemos logrado graduarnos de la secundaria. Nos vamos a amar por siempre y tendremos sexo gay. —imitó de forma exagerada a las chicas.

— Ay, estoy tan enamorado. —soltó Jughead poniendo una de sus manos en su frente, fingiendo que hacía calor. Ambos cruzaron miradas nuevamente para empezar a reírse a carcajadas.

Las chicas estaban de brazos cruzados junto con Kevin. — Eso es estúpido. —maldijo éste apuntando a cada uno de ellos. — Esa actuación es muy tonta incluso para ustedes.

— Sólo lo hacemos como ellas lo hacen, nomás. —se defendió Jughead.

Betty juntó las palmas de sus manos, apretando los labios. — Bien, otra semana castigado. —sentenció.

— Yo y mi gran bocota. —se culpó éste en murmuro.

— Que deberías guardarla para otras cosas. —aconsejó Betty sonriendo de forma engreída, los demás abrieron los ojos incómodos. — No me sentiré avergonzada de mis palabras. —se encogió de hombros para irse a subir al auto de la pelirroja. — ¡Cheeer! —klamó desde éste.

— ¿Qué pasa, Betty? —preguntó desde donde estaba parada.

— ¡Tengo hambre! —exclamó. — ¡Ya vámonos! —pidió haciendo berrinche, o como si hiciera mucho calor y estuviera a punto de morirse.

Verónica se mordió el labio viendo a su amiga. Maldiciendo internamente que estuviera embarazada y con diferentes cambios de humor. — Amor, te veo después. Me iré con ellas. —avisó despidiéndose de beso.