𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capitulo Setenta y Nueve 🐿️

Me estoy riendo por fuera

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Verónica y Betty estaban en la casa de la primera, se encontraban en la sala de esta, se habían estado reuniendo más seguido desde que el test dió positivo. Ya había pasado una semana más y aún no le decían a Jughead.

— Puedes decírselo después del baile de graduación. —sugirió Verónica.

— Creo que no se va a poder. —mencionó con una mueca recordando lo que haría ese día. — Tal vez, sólo no se lo deba decir. —prefirió nerviosa.

— No. —negó Verónica firmemente. — Se lo dirás, B, él tendrá que saberlo porque es su hijo. —recalcó. — Ya te dije que no se lo puedes ocultar.

— Esto es muy difícil. —exclamó Betty cubriéndose la cara. — Yo soy la que va a sufrir más con esto, no él. Seguro que puede cansarse de mi o me odie por querer deshacerme de su hijo. —predijo algo miedosa. — No quiero que nada de eso pase, sólo quisiera que no tuviera algo dentro de mi. —deseó.

Verónica apoyó su mano en la espalda de su mejor amiga. — Aunque sea difícil... Debes hacerlo, es por tu bien y el del bebé. —recordó.

Betty suspiró. — Lo sé. —admitió para verla a la cara. — Pero sólo ocupo pensar cómo decirle que estoy... —paró un momento sin querer decirlo, soltó un resoplido. — Embarazada. —terminó con una mueca en su rostro.

— Vaya, si a ti te cuesta decirlo imagínate a mi que soy la otra madre.

Betty soltó una risa, sí que tenía suerte al tenerla de mejor amiga, siempre la apoyaba sin importar qué.

— Ve a descansar. —pidió Verónica. — Lo necesitas, debes estar exhausta después de todas la veces que hemos salido de compras. Y debes de estar llena de energía para la próxima semana. —recordó. — Será la última que estaremos aquí y... El baile que será inolvidable. —sonrió.

La rubia empezó a derramar lágrimas algo emotiva.

— ¿Betty qué tienes? —preguntó preocupada intentando calmarla.

— No es nada. —negó. — Sólo que dentro de una semana ya será lo último que pasaremos juntas. —avisó triste. — Será la última semana de la secundaria y no me han dicho si fui aceptada o no. —recordó llorando.

Verónica se mordió el labio. — Que eso no te ponga así, B, acuérdate que no estás segura sobre tus decisiones en este tiempo, estás en crisis. —soltó.

— Pero no me quiero alejar de ti. —comentó con la cara empapada y húmeda de lágrimas. Verónica le pasó un pañuelo para que se limpiara, la rubia lo tomó para sonar su nariz. — Gracias. —agradeció entregándole el pañuelo.

La morocha lo sostuvo con una mueca de asco, lo dejó a un lado de ella. — No me vuelvas a dar un pañuelo. —pidió.

— Lo siento. —se disculpó cuando su celular empezó a sonar. Ambas dirigieron su mirada a la pantalla de este notando que se trataba de su novio. — ¡Es Jughead! —se alarmó Betty alejándose más del teléfono. — ¡¿Crees que ya se haya enterado?!, ¡Ya se enteró V!, ¡¿qué voy a hacer?!