𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Sesenta y Cinco 🐿️

Hasta que esté en todas partes donde tú estés

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Jughead estaba recordando lo que decía esa carta. No sabía que su novia tenía talento para escribir una carta suicida, no era de que pensara de que ella se quisiera morir, pero parecía que estaba escribiendo lo que ella pensaba de su vida.

— Esa carta... —habló después de un rato, la rubia volteó a verlo. — Parecía muy en serio. —comentó.

— Tenía que, tienen que creerla por completo. —recordó sin importancia.

— Sí pero... —la chica lo interrumpió al detenerse:— Hemos llegado. —avisó.

Señaló la casa, el pelinegro se aguantó las ganas de cuestionar a la rubia.

Subieron por los escalones para tocar la puerta. — Ya sabes el plan. Lo invitaremos a ver películas en tu casa para luego ahí matarlo. —repasó.

Jughead asintió, tendría que esperar un rato más para hablarle del tema de la carta. Inhaló aire antes de atreverse a tocar la puerta.

Unos segundos después el mismo pelirrojo abrió. Se sorprendió en ver a los chicos. — Pensé que habían terminado. —soltó confundido.

— Somos tóxicos. —sonrió Betty falsamente. — Queríamos invitarte a ver unas películas en casa de Jug. —actuó su papel de inocencia.

— No lo sé, no me agradas y lo sabes. —contestó serio. La rubia puso los ojos en blanco.

— Vamos, nos hemos hecho amigos en estos días. —insistió Jughead. — Vamos a estar todo el grupo, incluyendo a Billy. Podrían ser amigos de nuevo. —sugirió alzando su ceja, esperando a que cayera en la trampa.

Archie comenzó a ver todo las visiones futuras que podía suceder con aquel castaño. Quería estar con él así que terminó escogiendo la respuesta de:— Está bien. —aceptó.

Betty sonrió disfrutando en su mente la hora de matarlo.

— Sólo ocupo vestirme. —avisó para subir a su habitación y minutos después bajar para salir y cerrar la puerta.

Ya era demasiado tarde pero en Riverdale, todos los adolescentes hacían lo que se les daba gana. Y de lo que Bughead tenía ganas era de asesinar a unos cuantos alumnos que no les agradaban en absoluto.

Después de cierto tiempo, los tres chicos llegaron a la casa del pelinegro. Ésta se encontraba con las luces apagadas, cuando entraron las encendieron.

— ¿Y tú padre? —preguntó Archie avanzando hacía él sofá.

— Es un idiota, casi nunca está en casa, se la pasa en sus viajes de negocios. —contó sin importarle.

El pelirrojo miró alrededor de la sala intentando buscar con la mirada a los demás. — ¿Dónde están los otros? —alzó las cejas confundido.

Betty apagó la luz. — No van a llegar. —admitió avanzando hacia él mientras sacaba su cuchillo de su espalda. Archie se puso nervioso, no veía casi nada. — De hecho nunca los invitamos.

— ¿Qué estás haciendo? - preguntó con algo de miedo, Jughead soltó una risa de burla. — ¿De qué te ríes?

Éste paró de reír, cambio su mirada a una fría. — ¿Qué crees que hará? —soltó serio.

Betty avanzó más, cruzando la punta del cuchillo por los muebles. — Te has portado muy mal conmigo, Archie, mereces sufrir un castigo. —sentenció.