𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Cincuenta y Tres 🐿️

Hasta que me odies

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Ya era la hora citada por Jughead en el río Sweetwater y la rubia se encontraba apenas llegando.

Logró ver al chico en la orilla del río, se acercó a él disimuladamente. — Hey, Jug. —saludó cuando llegó.

Éste la miró. — Que bueno que llegaste, ven. —indicó. Betty caminó más hacia éste, Jughead la tomó de la cintura.

— ¿Qué vamos a hacer? —alzó la ceja intrigada, Jughead le depositó un beso en los labios.

— No echaré la relación a perder de nuevo, por lo que pensé que podríamos... Pasar el día juntos, en el bosque. —señaló con una sonrisa.

Betty asintió para besarlo nuevamente. — ¿Qué haremos primero?

— Podríamos comer. —sugirió, se hizo a un lado para dejar a la vista una manta con bocadillos sobre esta.

— Tú solo piensas en comida. —comentó burlona mientras avanzaba hacia él picnic.

Jughead rió un poco. — Tal vez, pero tú eres mi comida favorita. —soltó guiñandole el ojo, la rubia se sonrojó.

Después de un largo rato en el que estuvieron riendo y comiendo acostados se quedaron viendo el agua fluir por el río. — Es tranquilo este lugar. —comentó Betty calmada. — Me hace sentir que no hay problemas en la vida, que todo alrededor desaparece. —confesó, Jughead asintió.

— Por eso te cité aquí, sé que te encanta este lugar. Además como en esta parte del río es más tranquila se me hizo mejor. —soltó, la rubia lo miró con confusión. Jughead se levantó para estirarle la mano. — Ven, nademos. —invitó mientras esperaba que la tomara, Betty miró la mano para después con una sonrisa aceptar.

Ambos se empezaron a deshacer de la ropa para sólo quedar en la que tenían debajo de esta. Y el ojiazul no mentiría, en un momento volteó a verla, mirón.

— No sé cómo esté el agua. —comentó Jughead a punto de entrar al río.

La rubia lo sintió con su pie. —¡Dios, está helada! —se quejó.

— Se nos quitará. —le restó importancia entrando.

Betty se mordió el labio, soltó un suspiro para meterse rápidamente, al estar la mayor parte de su cuerpo dentro se sumergió completamente.

Salió con su cabello mojado, como ahora lo llevaba suelto se le hacía más notable el frío. — Sigue helada. —soltó temblando un poco.

— No seas llorona, ven. —pidió estando a unos metros de ella.

La rubia nadó hacia él para subirse en éste, Jughead no evitó mirar sus pechos, estaban frente a él. — Mis ojos están aquí arriba. —señaló la chica.

Jughead rió mientras la sostenía. — Lo sé, pero me distraen. —se excusó mirándola a los ojos. — Eres tan bella. —le sonrió.

— Y tú tan atractivo. —le devolvió el halago. — Pero aún tengo frío. —recordó, Jughead rodó los ojos para juntos sumergirse.