𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Sesenta y Seis 🐿️

Porque esto aquí es una atracción fatal, así que lo tomo todo o no quiero una mierda

⊰᯽⊱┈──╌❊╌──┈⊰᯽⊱

El pelinegro se encontraba con una bata en su cama, tuvo la suerte de no sufrir como el pelirrojo.

Ya habían limpiado el sótano y acomodado todo lo que se había arruinado en la casa, sólo se habían dado unas duchas para limpiarse la sangre de su cuerpo.

— ¿No estás celoso? —preguntó la rubia caminando hacia la puerta del baño con una toalla cubriéndola.

— ¿Por qué debería? —alzó las cejas Jughead sin separar la vista de uno de sus libros.

Betty se detuvo en la puerta para mirarlo. — Porque me puse un traje sexy para otro chico y me metí con él al jacuzzi. —sonrió.

Éste soltó un resoplido recordando esa escena. Pero él fue el que planeó eso. — Tal vez un poco, me gustaría que lo usaras alguna vez para mi. —confesó aún leyendo.

— La podría usar. —soltó para cerrar la puerta. — Pero ahora sigue tu castigo, cariño. —recordó desde adentro.

— Con tal de que no me lastimes como a Archie. —comentó.

— Lástima. —soltó Betty fingiendo tristeza al abrir la puerta. — Mi lado oscuro quería hacerte sufrir mientras usaba esto. —se señaló, llevaba puesto el mismo traje oscuro al igual que la peluca del mismo color, sus labios de nuevo estaban pintados en un rojo mate.

Jughead giró su vista a la chica para quedarse con la boca abierta, admirando lo sexy que se veía. Se sentó en la orilla de la cama dejando su libro a un lado.

— ¿Cómo planeas castigarme? —le preguntó con una sonrisa, pero en serio tenía curiosidad.

Betty caminó hacia él. — Voy a hacer que nunca termines, si te detienes me encargaré de esposarte a la cama. —advirtió llevando sus manos detrás de su nuca. Jughead observó su escote, pasó las manos por su cintura para atraerla hacia él.

— Claro que no lo haré. —aseguró, la chica rió un poco para empujarlo hacia la cama y posicionarse encima de él para comenzar a besarlo.

Jughead llevó sus manos al trasero de ella para apretarlo levemente, haciéndola soltar un gemido, justo lo que quería. Se apresuró a meter su lengua a la boca de Betty, comenzando una guerra con estas.

Betty llevó sus manos a los listones de la bata de su novio para desamarrarlos y encargarse de empezar a quitarsela.

El pelinegro se sentó para eso, cruzó las mangas de esta por sus brazos dejando al descubierto tu torso. La chica comenzó a mover sus caderas en círculos frotando con la masculinidad de Jughead haciendo que soltara suspiros de excitación.

— Detente. —pidió Jughead separando levemente sus labios de ella.

Pero Betty siguió moviéndose sin importar su orden, éste se dio la vuelta para quedar sobre ella sin dejar caer todo su peso. — Hey, no es justo. —protestó Betty haciendo un puchero.

— No es justo que sólo yo me excite y esté desnudo, ahora te toca. —avisó para comenzar a besarla nuevamente.

Mientras tanto, en la casa de los Clark se encontraban las autoridades del pueblo, viendo la escena en la habitación de la difunta hija.