𝐈𝐟 𝐈 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐝 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮

🐿️ Capítulo Setenta y Cuatro 🐿️

Me estoy riendo por fuera

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Ya era Lunes y ya habían pasado cuatro días desde el caso del suicidio misterioso.

Estaban en la secundaria, como siempre en la sala de descanso. Su lugar nuevo desde la navidad del año anterior. — Espero que las investigaciones se acaben pronto. —deseó Verónica. Toda esa semana, la policía había estado vigilando a los alumnos más sospechosos, entre ellos tenían en la mira a la rubia.

— También yo. —soltó Betty. — ¿Tienen idea de cuánto me vigila el oficial Winchester? No me deja caminar por la escuela siquiera. —se quejó.

— Al menos sólo falta poco tiempo para largarnos de Riverdale. —comentó la morocha en las piernas de su novio. — Quiero irme de aquí antes de que suceda otro caso.

La otra pareja cruzaron miradas, en sus ojos decían que había sido divertido matar a esos alumnos, pero habían puesto en peligro a sus amigos.

— Pero... —habló Cheryl. — Vean el lado bueno de todo esto. Logramos hacer que los enemigos se dieran un beso demostrando su amor. —molestó a los chicos.

Éstos rodaron los ojos mientras los demás soltaban risas de burla.

Betty miró a su novio. — ¿Te gustó el beso, Jug? —bromeó. Éste sin que lo vieran pellizco una de sus nalgas haciendo soltar un brinco a la rubia.

Lo miró mal.

— Grosero. —le sacó la lengua.

— Tú por castigarme. —soltó Jughead bajando a la chica de sus piernas.

Kevin miró al otro castaño. — Dime Billy, ¿Jughead besa tan bien como dicen? —preguntó con una sonrisa.

Jughead se confundió. — ¿Quién ha dicho eso? —frunció el ceño.

— Yo. —contestó Kevin.

Billy se removió incómodo. — Pues... Yo prefiero a las chicas. —respondió.

— Eso no contesta la pregunta. —siguió molestando la rubia. Jughead la miró serio. — ¿Qué? Es divertido. —excusó.

— Fue muy incómodo el momento, así que no puedo responder. —volteó a otro lado el castaño.

Kevin asintió para girarse a ver a Betty. — ¿Cómo besa Jughead? —le preguntó ahora a ella.

La chica miró al del gorro. — No contestaré nada hasta que se disculpe y me pueda volver a sentar en sus piernas. —avisó cruzada de brazos, Jughead rodó los ojos para ayudar a subirla nuevamente a sus regazo.

— Perdón por pellizcar tú... —miró a los demás. — Pierna. —mintió.

Betty lo miró de reojo con su ceja alzada, sonrió. — Bien. —aceptó su disculpa chafa para voltearlo a ver al rostro. — Besa demasiado bien. —admitió.

Éste le sonrió mientras acariciaba lentamente su pierna.

— Pero hace otras cosas mejor. —soltó sorprendiendo a todos, excepto al pelinegro, éste solo la miraba atentamente. Pronto ambos juntaron sus labios empezando un candente beso.