Sugar Daddy » Bang Chan

Cap 17. Voz de ángel

Layla dejó el celular a un lado de la mesa mientras Lina dejaba una hamburguesa a su lado junto a la bebida.

—Increíble que ahora todo es tu Sugar Daddy. —habló.

—Ay. —rodó los ojos—. No es tan así, solo... Chris es demasiado inseguro, cree que fastidiara a sus amigos con sus problemas, cree que ya no lo soportan pero es un amor, además me divierto mucho hablando con él.

—Te ríes con el celular en mano, no tengo duda de eso. —mencionó y señaló su celular—. ¿Sabes como es el chico?

—Uh, sobre eso. —rió y sintió el calor subir por sus mejillas—. Hace unas horas me envió una nota de voz, te juro que tiene un tono precioso, es demasiado suave ni aguda ni grave, tiene un punto medio es relajante de verdad, es muy suave y dulce.

Lina escuchó atentamente y asintió hasta que terminó de masticar.

—Por tu descripción me imagino que tiene una voz de ángel.

—¡Sí, exactamente así!

—¿Tienes aún ese audio? —cuestionó mirando el celular ajeno—. Quiero escucharlo.

Layla asintió y entró al chat con Chris, no tenía ningún mensaje nuevo de él que contestar así que solo subió entre los mensajes hasta que dió con el indicado.
Apretó el mensaje para reproducirlo e intentó ignorar las palabras y solo prestar atención a la voz, Lina parecía completamente concentrada e hipnotizada por el audio.

Una vez terminó la mayor sonrió orgullosa viendo la reacción de la colegiala.

—Me sorprende, creo que el tal Christopher cayó del cielo. —rió—. No pero en serio, su voz es muy linda. Ya me enamoré. —bromeó—. ¿Y eso es lo más cercano a él que sabes? Digo, aparte de las cosas que te cuenta.

—Sí, aunque estoy debatiendo si pedirle permiso para entrar a su perfil o pedirle directamente una foto.

—¿Por qué permiso?

—La condición de hablar por Instagram era no seguirnos ni ver cosas del otro.

—Oh vamos Layla, ¿Se supone que ahora son algo así como amigos? ¡Pregunta como te va en la Universidad! Pueden seguirse mutuamente, mínimo.

—Sí pero, bueno... Quizá hay algo que no quiere que vea.

Lina rió y rodó los ojos.

—Bien, entonces dile ahora.

—¿Qué?

—Sí, dile que lo seguirás en Instagram.

¿Debería hacer eso? Su comunicación no era exactamente profesional, se llevaban bastante bien no sabía si al punto de decir que eran amigos pero sí que se divertían hablando con el otro.

Cuando la mayor iba a responder su celular vibró, ganando una mirada divertida de la menor. Puso los ojos en blanco y entró al chat de Christopher que era de quién tenía mensajes.

Chris.B

La información dice
que es Roberts, Perth.

Y dice las calles donde
queda el lugar.

¿Ahora qué?

El corazón de Layla casi se salió cuando leyó esos mensajes, salió del chat del chico y marcó rápidamente el número de su mamá, no quería hacer nada sin la aprobación de ella antes.

—¿Ya vienes a casa? —habló una voz femenina contestando el teléfono.

—Eh sí sí, solo unos minutos más. —contestó a su madre y miró a Lina quién se mostraba bastante confundida—. Quería preguntarte si tenías algún problema si ocupo la pieza de invitados.

—Mmh no, ¿Para qué es?

—¿Puede el amigo de un amigo quedarse? Vendrá a Perth y bueno...

—¿Qué amigo es? No quiero fiestas y quiero órden nada más, si cumple se puede quedar.

—Gracias. —sonrió en grande—. Iré a casa en unos minutos.

—Está bien, cuidado.

—Gracias mamá. —y colgó.

—¿Podrías explic...? —no alcanzó a terminar por el gesto de silencio de su amiga. Entró nuevamente al chat de Chris y empezó a grabar un audio.

"Dile a Felix que ese
lugar es dónde yo vivo.
Puede quedarse en mi
casa, solo sin fiestas"

"Le sale más barato,
además puedo ayudarlo
a que conozca el lugar.
Se ahorrará un montón
de dinero"

Espera.

Escucharé en unos
segundos los
audios.

Layla salió del chat y miró a su amiga quién claramente esperaba una respuesta.

—¿Quién es Félix?

—Un amigo de Christopher, vendrá a Perth.

—¿Y le ofreciste estadía? —asintió—. ¿Al menos te pagará?

—Eh, no. —frunció un poco el ceño, no estaba en la condición económica para mantener gente así que comenzaba a dudar—. Quizá solo le pida qué él se compre su comida y eso.

—Dios Layla. —le dió otro mordisco a su hamburguesa riendo—. Ya no sé si lo haces por buena persona o por el tal Christopher.

La mencionada rió y vió su celular, Chan aún no le escribía por lo que aún no escuchaba los audios. Quería saber lo más pronto posible si Félix aceptaría quedarse el tiempo del curso en su casa, por alguna razón eso le hacía ilusión.

C.