Salí de la Universidad con los ojos apenas abiertos, no había podido dormir absolutamente nada hace unas horas y cuándo por fin mi cuerpo se sentía cansado la alarma sonó a los cincuenta minutos después. Ni siquiera había podido pegar un ojo una hora entera.
—Te ves fatal. ¿Insomnio otra vez? —preguntó Félix.
—Desgraciadamente, ¿Iremos a comprar algo más? —pregunté, si llegábamos rápido a casa de Félix podría dormir algo, no quería hacer muchos viajes de la Universidad a mi casa luego a la de Lix, irlo a dejar al terminal de buses y después de vuelta a mi casa.
—Solo a comprar las cosas que comeré si me da hambre durante el viaje.
—La ventaja que sea de noche. —reí.
—Uno nunca sabe.
[...]
—¿Una monster? —tomé lo mencionado—. ¿Para que quieres energía en un viaje en el que irás sentado?
—No es por eso. —me la quitó mientras sacaba su lengua—. Es por si me llevo bien con Layla y nos quedamos hablando hasta la madrugada.
—Ah, pero allá igual venden. Incluso Perth es más grande que Darwin.
—Layla mencionó que también es más caro... Por eso quiero comprar todo aquí.
—Ya veo. ¿No te falta ningún ingrediente para tus postres?
—Mmh... Creo... —frunció el ceño mientras posiblemente hacía memoria hasta que suspiro—. Puedo comprar mostacillas.
—¿Qué?
—Esas pelotitas plateadas, son de decoración.
—¿Tantas cosas les agregas? Saca una hoja de un árbol y ya está.
—Dios Christopher. —rió—. Deberías ser comediante o algo por el estilo, aveces eres chistoso sin darte cuenta.
Fruncí el ceño analizando lo que había dicho Félix, realmente no recordaba que hubiese hecho reír a alguien inconcientemente. O quizá sí lo había hecho y solo nunca presté atención.
—¿Quieres mandarle algo a Layla conmigo? —preguntó sacándome completamente de mis pensamientos.
—¿Algo como qué?
—No lo sé... ¿Algún regalo?
Observé a Félix unos segundos hasta que se dió cuenta que no había pensado nada, él rió y se dirigió a la cocina. Comencé a preguntarme si realmente debía regalarle algo a Layla, me habían criado bajo la frase de "Si no lo haces de corazón mejor, no lo hagas" pero no me sentía obligado, simplemente no había pensado en ello, tenía tantas cosas en mi mente que pensar en un regalo era lo último, además nos conocíamos hace tan poco tiempo que podía ser raro, ¿Enviar un regalo cuando ni siquiera le había visto la cara? ¿Se podía malinterpretar como mucho compromiso? Comenzaba a querer a Layla, sí, pero tampoco quería actuar de una manera que la asustara, tampoco podía mandar a Félix a entregarle un anillo de oro porque "me agradaba" sería extraño sin duda.
—Félix, ¿Qué hora es? —grité o sino de dónde estaba no me escucharía.
—Cinco con seis minutos.
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Sugar Daddy » Bang Chan
FanfictionBang Chan tenía el pensamiento de ser una carga para sus amigos, de dar pena. Motivo que lo llevó a una página y pagarle a cualquier persona que se diera el tiempo de leer sus problemas y ahogos. Layla necesitaba dinero para costear los tratamientos...