Sugar Daddy » Bang Chan

Cap 49. Fingir sonrisas

Layla salió del salón soltando todo su aire, el exámen no había estado tan difícil como creyó o quizá había estudiado lo suficiente.

De pronto recordó a Chan y que después de hablarle no volvió a mirar mensajes nuevos por su parte. No le dio mucho importancia, quizá no sabía que responder o algo semejante.

Tomó su móvil dispuesto a llamar Noah y recordarle su trato. Al segundo tono respondió.

—¿Cómo estás?

—Un peso menos, ya di el exámen y no estaba difícil, creo que me fue bien.

—Estudiar vale la pena.

—Aveces. —Rió—. Por cierto, hoy no voy a trabajar porque...

—Lo sé, lo sé. No te preocupes nadie tiene problema con eso.

—¿Y el jefe? ¿Crees que solo me concedió el permiso para que dejara de molestar?

—¿Qué? No, para nada. El entiende eso, incluso te dijo que las primeras dos o tres sesiones podías pasarla con tu mamá, necesita el apoyo. Ve tranquila, el trabajo seguirá igual.

—Gracias... —Susurró. Debía reconocer que el apoyo que le daba mucha gente era completamente necesario, era un momento que jamás creyó que tendría que vivir pero lastimosamente era así. Pero por otro lado no se arrepentía de conocer a ciertas personas y recibir el apoyo de otras—. Prometo regalarles un chocolate mañana.

—Nah, ve tranquila.

—Son un sol. —Ambos rieron. Hablaron unos minutos más durante el receso de la chica hasta que Noah debía seguir con sus estudios y finalizaron la llamada.

Christopher Bang por otro lado tenía su puño afirmado en su mentón, sus labios cerrados y la mirada fija en un lugar pero ya no estaba ese brillo de antes, sus ojos se veían apagados y tristes.

—Si no quieres contarme está bien, pero al menos respóndeme cómo te sientes, al menos para decir algo. —Habló Lily al ver a su compañero completamente distinto, aunque no del todo, más de alguna vez lo había visto así pero jamás habían hablado mucho para acercarse y preguntar, agregando que en ese tiempo estaba Félix con él y podía despejarlo de sus problemas pronto, ahora, estaba solo y no quería ignorar el evidente mal estado de ánimo del chico—. No te ves bien.

—Nunca me veo bien. —Soltó con ironía.

—¿Algo con Félix? —Negó—. ¿Tu familia? —La misma respuesta—. ¿Alguno de tus otros amigos?

Chan suspiró, él consideraba a Layla una amiga ¿Pero en realidad ella lo hacía? Si le dijesen que todo había sido actuación y realmente tampoco lo soportaba solo se demoraría dos segundos en creerlo.

—Algo así. —Contestó.

—¿Quieres hablar de eso? Sin nombres, solo... Desahogarte, creo que lo necesitas.

El chico la miró, no le gustaba ir contando sus problemas, no le gustaba aburrir a la gente pero desde hace ayer se sentía insuficiente, ¿Qué iba hacer?

—Yo ayer... Estaba mal, le hablé a una persona porque, mmh, confío mucho. El tema es que la llamé, la llamé, la llamé, no contestó y me di cuenta que realmente no quería hablar conmigo, debo ser una carga para ella y, bueno, luego me escribió y dijo que ahora estaba ocupada pero luego podría ayudarme. —Lily frunció el ceño ante lo último—. Y eso já, quizá es ridículo que me vea afectado por esto cuando también tengo más amigos pero... Me afecta.

—Su actitud es bastante extraña. —Opinó—. Quiero decir, no hay una hora o momento para sentirte mal y hablar de tus problemas. —Rodó los ojos, sonaba tonto—. ¿Estás seguro que ella sabía que estabas mal? Quiero decir, no es por restarle importancia pero quizá, solo quizá ella no sabía y por eso dijo eso sin saber que era algo más grave.

—No lo sé. —Se encogió de hombros—. Ya veré.

La chica lo miró seria, no podía obligar a hacer nada a nadie pero de cierta manera le dolía que él se viera así, sabía que Christopher no era una persona que confíase fácilmente y si alguien ya se había ganado eso y ahora se sentía traicionado de alguna manera era comprensible todo el dolor que sentía.

[...]

Lily tiró su mochila sobre el sillón del pequeño departamento, estaba agotada, aunque el día no había sido tan intenso se sentía agotada.

Aunque mayor parte de su cabeza tenía el nombre de Christopher, era verdad, no eran los mejores amigos, apenas lo eran y tenían una amistad para pasar el rato, reírse, nada más serio pero aún así, no era alguien que no se preocupase fácilmente, más si esa persona se veía bastante mal a la vista.

—Llegaste. —Dijo una voz femenina regalándole una sonrisa—. ¿Tienes hambre?

—No mucha, almorcé con Chris. ¿Tú?

—Me comí el resto de helado. —Rió. La chica se sentó al lado de Lily en el sofá y la observó—. Te ves cansada, pensativa en realidad.

—¿Recuerdas que te dije que estos días estaba más con Chris porque su mejor amigo se fue por un tiempo?

—Ajá.

—Sucede que... Bueno, realmente no sé que detonó eso pero ayer estaba mal, recurrió a una amiga y ella no le dio importancia, la chica no le contestó sus llamadas y luego le dijo que estaba ocupada y podría ayudarlo después.

Su compañera hizo un gesto y Lily rió.

—Sí, tuve la misma reacción. Es raro, quiero decir, aunque no sepas dar un consejo al menos puedes escuchar. Christopher está mal por eso, siempre se denomina como una carga para los demás o que aburre, más de una vez lo escuché pero por alguna razón creo que la chica no sabía que estaba mal. Quiero decir, Chris nunca le dijo que estaba llorando, que quería hablar urgente con ella o algo así, solo la llamó entonces de cierta manera entiendo que haya respondido un "después te ayudo". —Hizo comillas con las manos—. Probablemente estaba ocupada y el ayudar no iba exactamente a un problema, quizá no lo sé, pensó que quería pedirle ayuda a elegir una foto, un ritmo o algo así, no ayudarlo en un problema de ese tipo.

—Tiene sentido. —Ladeó la cabeza—. Pero, ¿Sabes si Chris no le dejó un mensaje antes o algo así? O la cantidad de llamadas, si fuera un problema como no saber que cocinar para la cena yo no llamaría diez veces, a excepción que sea una intensa.

—Eso no lo sé, si lo hizo la chica está mal... Aunque en realidad, al menos yo hubiera llamado de nuevo. No lo sé. —Suspiró—. Ojalá se arregle ese asunto pronto, no es muy grato ver a Chris mal.

—Si sigue así podrías invitarlo a cenar. —Ofreció—. Aunque primero deberíamos limpiar todo.

Ambas rieron y Lily abrazó a su novia, la mayor -de tan solo dos años- besó de manera rápida sus labios, ganándose una risa por parte de la castaña clara.

Layla estaba moviendo su pie mientras estaba sentada, su mamá estaba hablando con el doctor, su mirada era apagada, pérdida, como cuando recién despertabas de un profundo sueño pero con la diferencia que esta se veía agotada y dolida.

—¿Estás bien? —Preguntó cuando su madre se acercó.

—Todo muy bien. —Sonrió, aunque tenía la leve sospecha que estaba fingiendo.

Puto cáncer, pensó.

No quería ver más a su madre sufrir, pero en las quimioterapias desgraciadamente debía sufrir para curarse. Y no en todos los casos la gente se curaba, pero no podía pensar de manera negativa, no ahora.

C. Tremendo plot twist para
la gente que creía que Lily
se iba a quedar con Chan.