Cap 40. Palabra mágica

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—¡Al fin! —Gritó Layla cuándo la llave giró en la cerradura de la entrada de casa. Félix rió sin emitir mucho sonido y ambos entraron—. Uy, llegaré a mi cama y me dormiré.

—Estoy muriendo. —Se quejó Félix—. Nunca ocupé tanto mi brazo para batir.

—¿Pero te ha gustado?

—Sí, además no nos han enseñado la cocina como un trabajo, bueno, lo es pero aplicarlo más como un pasatiempo, algo que nos gusta hacer.

—Eso es genial. —La chica sonrió claramente orgullosa y alegre de que Félix estuviese bien en el curso y fuese lo que quería o esperaba—. ¿Tienes hambre?

—He comido sin parar desde las ocho. —Hizo una mueca—. Posiblemente tome un té de manzanilla, pero no te preocupes, aún es temprano.

Layla asintió y fue a su habitación para descansar, mañana al fin sería viernes y podría descansar del trabajo, Universidad y responsabilidades en general.

—Mierda. Lo olvidé. —Susurró cuándo recordó que debía darle una respuesta a Noah de lo prometido.

Noah Walker

¡Noah!

¡Sí lo hago!

¿El sábado a qué hora?

Pensé que ya no querrías.

Mmmh, sábado a las...

Te diré a las cuatro, pero
todo comienza a las cinco.

Okey, ¿Tú tienes el traje?

Sí.

¿Me quedará?

Seguro que sí.

No te preocupes.

¿Cómo te fue con
el chico de ayer?

Hoy cuándo apareció
por el café tu cara se
puso blanca jaja.

Lo recuerdo lol.

No es de aquí y no
quería que perdiera.

¿No? ¿De dónde es?

Darwin.

Uh, algo lejos.

¿Qué hace aquí?

Un curso de cocina.

Ya veo.

Bueno, hablamos después.

Necesito ver algo
de la Universidad.

Bye bye.

Layla bloqueó su móvil dispuesta a dormir unos minutos o siquiera descansar, el día había sido agotador y necesitaba cualquier tipo de relajación.

Su mente comenzó a llenarse de imágenes del día, desde que había ido a dejar a Félix, cuando llegó a la Universidad, cuando compraron pizza con sus amigos para almorzar hasta llegar al trabajo y devolverse a la casa con Félix.

Sugar Daddy » Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora