Bang Chan tenía el pensamiento de ser una carga para sus amigos, de dar pena. Motivo que lo llevó a una página y pagarle a cualquier persona que se diera el tiempo de leer sus problemas y ahogos.
Layla necesitaba dinero para costear los tratamientos...
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—Este es tu cuarto regalo. —Félix le entregó una bolsa decorada con el número cuatro en la esquina, no se había percatado de esos detalles hasta el tercer regalo el cuál como era más grande también el número escrito en el papel.
—¿Sabes lo qué es, verdad? —Félix asintió—. ¿Quieres darme un adelanto? Tengo miedo a decir verdad.
—¿Miedo por qué?
—¿A llorar? No lo sé, él solo hecho de saber que ella está conmigo y hace este tipo de cosas por mí me da pena, se preocupa tanto por mí como tú y mi familia. Yo solo sigo igual, siendo inseguro y creyendo que todo me sale mal.
—A ver Chris... Layla quiere lo mejor para ti al igual que todos porque sabemos que eso te hará mejor a ti. Es su única forma de sentirse cercana a ti porque aún no se conocen pero ella decidió hacer estas cosas por sí misma, no creas que algo malo saldrá de esto.
—No creo que algo malo salga sinceramente, solo... A mí me gusta y es casi irreal pensar que ella podría preocuparse por mí.
—Y es exactamente ese pensamiento el que ella y todos queremos cambiar. Es falso, solo te daña y aquí está la prueba que tú sí le importas. —Señaló el regalo—. Sí, es algo material y no debería ser lo único importante pero ella ya se manifiesta ayudándote y ha logrado un mejor cambio en ti ¿No? —Christopher asintió—. Ahora quiso hacer acto de presencia en algo material, cada vez le importas más y te ama, va a querer lo mejor para ti. Ese remedio para ayudarte a dormir es algo material pero te ayudó y lo hará siempre que sepa que el resultado será ayudarte a que tú te sientas mejor y consigas una mejor versión de ti mismo que a ti te guste, no a ella ni al resto sino a ti.
Bang Chan asintió con un nudo en su garganta, Félix tocó su hombro y se alejó de dónde estaba para darle su privacidad y que Chan pudiese ver el regalo con tranquilidad.
Abrió la bolsa a su propio tiempo y al darla vuelta sobre su cama vió caer dos pulseras y una nota, su corazón comenzó a latir y con la mano comenzando a temblar tomó el papel.
"¿Recuerdas cuando me regalaste un collar a juego qué hizo tu hermana? Lo uso y lo usaré para siempre. Ahora, yo quiero regalarte estas pulseras compartidas a ti, porque te valoro y quiero mucho Chris. Están las dos porque empezaré a usar la mía cuando vaya a Darwin. Sí, iré. Hasta ese entonces tú tendrás ambas pulseras, será como una manera de asegurarte qué sí te iré a ver. Te amo mucho Chan espero que te guste"
Christopher no podía entender como alguien tan buena podía fijarse en él. Y Layla no podía entender como alguien como Chris se podía querer tan poco y ser tan inseguro si era un amor de persona.
Por otro lado Lina y Layla se encontraban en la cama de la mayor sentadas en una posición como indio, la pelinegra pensando cómo empezar a contarle lo que tanto ansiaba y la rubia simplemente esperando, ya podía hacerse una idea de lo que le diría.
