Cap 37. Café

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Babygirl (Layla)

Layla.

Buenos días.

Buenos días nada.

LAS SEIS DE LA MAÑANA.

SON LAS OCHO.

QUE EXISTE LA PUTA
DIFERENCIA DE HORARIO.

Okey okey.

No me grites.

No te grito.

Me estresas.

¿Por qué?:(

No coloques caras tristes.

¿Por qué?

Siento que estás triste.

Ummmh.

Ya sé tu punto débil.

Te odio.

En el fondo me amas.

Quizá.

Háblame en seis horas,
antes no te responderé.

El curso de Félix comienza
hoy a las ocho.

Entonces háblame
a las ocho.

Antes no.

Me voy aburrir.

Christopher.

¿Crees que soy tu
payaso personal
o qué?

KDNFJDKSKD PERDÓN.

Ya no molesto más:(

No me molestas.

Pero quiero dormir
aunque sea 30
minutos más.

Te hablaré lo
prometo❤️

Mordí mi labio cuando vi el emoji de corazón y sentí como este mismo dió un salto o algo así dentro de mí.

—Ay no Chris, por ahí no. —Susurré para mi mismo. Lo último que quería era eso.

Bloqueé mi celular y comencé a vestirme para ir a la Universidad, era de nuevo cumplir con la misma rutina y sin Félix, ni siquiera Byeol estaba en el mismo establecimiento que nosotros.

Tenía otros amigos en la Universidad o cerca donde vivía pero, Félix era con quién más pasaba tiempo y sin él me sentía mucho más solitario de lo que ya me sentía cada día. Pero de todas maneras sentía una pizca de felicidad.

Salí de mi casa y me dirigí hacia la Universidad, podría volver a ir a la playa, podría ir al cine o hacer cualquier cosa durante el día que no involucrara los estudios pero, simplemente no tenía ganas de armar un plan o algo, además, nadie me obligaba a prestar atención al 100% a las clases, solo los profesores que en su vida pasada fueron un ogro.

Tomé un bus, aunque el taxi era mucho más rápido -pero más caro- no estaba necesitado de llegar temprano, incluso si llegaba tarde a alguna clase me daba exactamente lo mismo.

Omnisciente

Layla se levantó de su cama cansada, no había dormido mucho desde que se había ido de la habitación de Félix y siguió hablando con Christopher. La siguiente media hora solo seguía pensando en el mencionado, en lo que habían avanzado en esa semana y media y también esa presión en el pecho que sentía constantemente cuando hablaba con él, o más bien, en el corazón.

Se aseo con pesadez por el sueño y procedió a vestirse pensando que prepararía para el desayuno, no tenía mucha imaginación para las comidas, por lo general solo tomaba la opción más fácil y rápida pero cuando se trataba de darle de comer a otra persona era distinto. Layla no podía darle una naranja o plátano y que se fuera a su curso de cocina como ella lo hacía con si misma en la Universidad.

—Tostadas siempre es una buena opción. —Susurró con los ojos entrecerrados—. Solo es Félix, no Trump... A Trump ni siquiera le daría comida.

Después que Layla se vistió y dejó ordenada su habitación -solo a la vista- bajó a preparar el desayuno, primero hirvió agua para Félix, su hermano y ella.

Mientras el aparato funcionaba lavó dos manzanas y sacó la cáscara de un plátano, iba a preparar el desayuno a su madre que era una especie de tutifruti.

Miró su celular y eran exactamente las siete de la mañana, suspiró, tendría tiempo para que todos tomaran desayuno calmadamente y su vecina llevara a su hermano al colegio junto con su hijo. Luego, ella acompañaría a Félix a su curso y como última parada llegaría a la Universidad.

Si lo analizaba bien, nunca se demoraba más de quince minutos de su casa a la Universidad, de la Universidad a su trabajo no pasaba los diez minutos y finalmente de ahí a su casa lo máximo que se había tardado fue media hora, pero ese día Layla había tenido un esguince en el tobillo.

Por otro lado Bang Chan tenía su cabeza afirmada en la mesa, tenía sueño pero su día había comenzado bien, aunque se sentía solitario por la ausencia de Félix no podía quejarse, realmente su día iba genial y esperaba que se mantuviera así.

Revisó su celular y tenía dos mensajes pendientes de Layla. Su corazón se aceleró en menos de un segundo pensando que entre esos dos mensajes podía estar la foto.

Sentía que su corazón se escuchaba y bloqueó la pantalla.

—Uy, mierda. —Susurró claramente nervioso.

—¿Chris? —Una chica de pelo castaño claro se acercó a ella y el rubio fijó su vista en ella dejando su celular a un lado—. La clase de vocalización se canceló... ¿Qué haces aquí?

—¿Se canceló? —Preguntó—. ¿Cuándo?

—Ayer la profesora mandó un correo, conseguirán un reemplazo pero ella no estará al menos un mes aquí.

El chico intentó hacer memoria pero no recordaba ningún correo, si lo mencionado se había enviado ayer con justa razón no lo había visto ya que su día lo había dedicado completamente a la playa, Doki y descansar.

—Entiendo... Mi próxima clase es a las diez con veinte. —Suspiró—. Pude dormir más.

—Ya no puedes volver a dormir. —Rió—. Pero si quieres puedes acompañarme a comer algo, voy a un café pequeño todas las mañanas y es bastante barato.

—¿No has tomado desayuno?

—Nunca lo hago los días de semana, la mayoría de las veces compro algo o si estoy muy ocupada solo un café.

—Mmh. —Emitió un sonido y observó su celular. Quizá pasar el rato con Lily lo haría olvidar por unos minutos la foto que le enviaría Layla y tranquilizarse ante eso—. Bueno, te acompaño.

La chica sonrió y ambos salieron de la sala para dirigirse al lugar del que hablaba Lily, el cuál no era muy lejano de su Universidad.

C.

Sugar Daddy » Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora