Cap 55. Promesa

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—Dime Chris, ¿Cómo has estado esta semana?

—Igual que siempre. —Suspiré, se supone que debía ser honesto y aunque fuera pesimista era verdad, nada cambiaba—. No puedo dejar de pensar que debería morir, ya no siento ganas de vivir... Siento que es lo mejor ahora.

Alice, mi psicóloga arrugó la nariz mientras escribía en su cuaderno, no sabía si ese gesto había sido intencionalmente o no pero de igual manera sentía que hasta a ella le molestaba oírme.

—Voy a hacer una pregunta Christopher y necesito que seas completamente sincero.

—Está bien. —Tampoco tenía elección.

—¿Sólo has pensado en que morir sería la solución o lo has intentado?

La pregunta la dijo lento y calmada teniendo en cuenta lo fuerte que era la pregunta. Tragué en seco, de todas maneras era algo que mi familia ya sabía, no había nadie a quién ella pudiese decirle que ya no supiera.

—Cuando estaba en Corea sí, una vez.

—¿Quieres hablarme sobre eso? ¿Qué hiciste exactamente?

Me encogí de hombros e intenté evitar que mis ojos se humedecieran, sabía que era algo difícil pero al menos quería parecer fuerte. Relamí mis labios buscando la manera correcta para empezar a contar el hecho aunque analizándolo bien, no había una buena forma de relatar un intento de suicidio.

—Estaba ensayando en la empresa, el día había sido bastante malo no tenía muchas ganas de seguir con el día, solo quería que se terminara... Recuerdo que tuvimos unos minutos libres y yo fui al baño con mi mochila, tenía pastillas para el sueño ya que desde la pubertad comencé con insomnio... Empecé a llorar, me sentía inútil en ese momento, no estaba haciendo nada bien y si bien recuerdo había bajado mis calificaciones, no lo pensé mucho y de la mochila saqué la tableta de pastillas, yo... —Sentí el nudo en la garganta y mis ojos picar, dolía recordar todo—. Tomé más de una tableta, quince o más no sé muy bien, me mojé la cara para disimular todo y volví a entrenar, después no recuerdo, solo había despertado en el hospital.

—Entiendo... ¿Tu familia sabe de esto?

—Sí, siempre dijeron que fue culpa de volver a Corea pero me sentía así hace más tiempo, posiblemente el vivir en Corea fue peor pero viviendo en Australia tampoco era la definición de felicidad, supongo que... La presión que sentí allí fue peor y me llevó a esas desiciones.

—¿Y estás aquí por qué?

—No lo sé... —Suspiré—. Yo no quería venir, no quería este tipo de ayuda puedo arreglarlo solo pero nadie quería que lo volviera a intentar, como ahora estoy en la Universidad no hay nadie que me vigile.

—¿Lo volverías a intentar Chris? —Preguntó y yo la miré, ni siquiera yo estaba seguro de la respuesta, podía responder que no para que no pareciera tan grave pero ¿Realmente esa era mi respuesta?

—No lo sé. Cuando lo hice no lo pensé, no lo planeé, creo que si me volviera a sentir muy mal o con un sentimiento similar a cuando tenía diecisiete, quizá... Quizá lo haría, no lo sé, es mitad y mitad no he pensado mucho acerca de eso.

Alice suspiró asintiendo y su vista se fijó en mí directamente haciendo que me sintiera un poco cohibido.

—Analizando todo esto Chris, creo que lo mejor es que comiences a tomar sesiones con un psiquiatra.

Un psiquiatra.

Sentí el calor por mi cuello y el sudor por mi cara, sentía mi pecho apretado. No sentía mi respiración regular, había despertado y no de un sueño; una pesadilla. Lo peor es que esa pesadilla la había vivido hace unos dos años.

Sugar Daddy » Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora