Bang Chan tenía el pensamiento de ser una carga para sus amigos, de dar pena. Motivo que lo llevó a una página y pagarle a cualquier persona que se diera el tiempo de leer sus problemas y ahogos.
Layla necesitaba dinero para costear los tratamientos...
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—¿Hola?
—¿Por qué suenas confundida? ¿Esperabas la llamada de alguien más?
—Considerando la hora, solo tú me llamarías a las seis de la mañana.
—Ningún otro novio haría esto. —Chris sonrió, tenía planeado decir tantas cosas pero no sabía por donde empezar.
—Eso es por tu insomnio. —Bromeó—. ¿Qué haces despierto?
—Dormí un poco y ya desperté hace una hora, creo.
—Tienes un horario demasiado extraño.
—¿Aún sigue en pie de llamarte todos los días y vendrás a Darwin?
—Lo haré de todos modos pero... —Suspiró—. Solo debo esperar un poco más.
—Entiendo eso, no te preocupes. Mañana voy a cerrar mi semestre.
—¿Mañana? ¿Mañana en unas horas o mañana lunes?
—Mañana lunes. De todas maneras me quedaban unas semanas, dos creo pero decidí adelantarlo.
—¿Y puedes hacer eso?
—Ajá, solo me perjudica a mí pero no será mucho lo que perderé.
—¿Y por qué lo harás?
—Algo así por un trabajo, quizá después te explique.
—¿Y por qué no ahora?
—Porque aún no sé muy bien que debo hacer o qué pasará. Voy a terminar el semestre para anticiparme por si es necesario y si no... Bueno, me servirá para descansar.
—Entiendo... ¿Y cuáles eran los supuestos mejores cumplidos de mi vida que me ibas a dar?
—Ah, eso... —Rió, pero la chica podía notar su nerviosismo—. ¿Me creerías si te digo que ahora me da vergüenza hacerlo?
—Se te nota en la voz así que sí. Aunque soy honesta y esperaba uno.
—Puedo escribirlos, es más fácil que decirlos.
—Cobarde.
—¡Me da vergüenza!
—Pero no te avergüenza pedirme que te diga Daddy, eh.
—Oye, eso es un golpe bajo.
—Asume las consecuencias de tus fetiches.
—¡No es un fetiche! —Lloriqueó haciendo que Layla riera—. ¿Acaso nunca has querido llamar a tu pareja Daddy?
—No... —Rió Al contestar, como si su respuesta fuese obvia—. Contigo será la primera y última vez que lo haga.
