Bang Chan tenía el pensamiento de ser una carga para sus amigos, de dar pena. Motivo que lo llevó a una página y pagarle a cualquier persona que se diera el tiempo de leer sus problemas y ahogos.
Layla necesitaba dinero para costear los tratamientos...
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Veinte minutos atrás Layla y Christopher se encontraban jugando un mini partido de básquetbol en el patio de Liam teniéndolo a él mismo como espectador y el hermanito de la chica. Sin casi ninguna regla y faltas válidas, solo hacer lo posible para encestar.
Layla no era ni sería una completa profesional en el deporte pero había sido el deporte que más jugó y tiempo le dedicó en toda su vida hasta ahora por lo que experiencia tenía y con partidos vividos también había aprendido ciertas técnicas o acciones que debía realizar para evitar que al jugador a quien estuviese marcando tomara la pelota o formas que funcionaban la mayor parte del tiempo para encestar. Además, tenía sus habilidades.
Chris por otro lado jugaba de casi todos los deportes que conocía, tenía experiencia en muchos para contar y acordarse de todos. Christopher era parte de ese grupo de chicos que podían jugar por primera vez un deporte y hacerlo jodidamente genial, tenía una gran habilidad física.
Terminados ese tiempo Cooper manifestó su molestia con que ya no le gustaba solo ver y claro, el chico veía desde lejos por la cantidad de sol que llegaba en el lugar, permaneciendo con una sonrisa o serio pero concentrado lo máximo que podía.
Llegaron a una solución, un juego que les beneficiara completamente a los cuatro o se terminarían aburriendo de verlos jugar desde lejos. Chan y Cooper harían un grupo mientras que Layla y Liam otro. Podía verse en gran desventaja un equipo con otro pero la verdad es que estaban casi iguales, requería más mente que cuerpo.
ㅡ¿No es algo injusto? ㅡSusurró Liam sintiendo pena por el grupo contrario a lo que Layla rió.
ㅡEs más justo de lo que puedes llegar a creer. Luego vas a querer formar equipo con cualquiera de ellos, acuérdate.
Liam la miró confundido incluso creyendo que estaba siendo irónica al decir que ambos jugaban bien pero al ver que la expresión de la chica no cambiaba se dio cuenta que sus palabras iban completamente en serio. Frunció el ceño y miró al ahora equipo contrario, un niño que aún creía que los dragones existían en la actualidad y un adulto que le doblaba la edad; incluso más, ¿Existía la mínima posibilidad que les ganasen?
ㅡ¿Debería preocuparme?
ㅡ¿Por qué un niño de la mitad de tu edad te va a patear el trasero? Probablemente.
Lina
ㅡ¿¡Y por qué yo!? ¿Acaso no tienes más amigos o dinero para... No sé, pagar algo tú? ㅡPregunté en voz alta, básicamente gritándole, la llamada ya de por sí era extraña y la razón aún más.
ㅡ¡Te estoy ofreciendo dinero!
ㅡ¡Eso no me importa, tal vez Layla puede y le vendría mejor el dinero! ㅡNo era del todo falso pero tampoco era cierto que yo no quería dinero, simplemente intentaba tomar una decisión responsablemente o dentro de lo que cabe a la palabra responsable.
